Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de junio de 2025
¿No te conmueve mi propio peligro? Como continuase muda, acerqué mi rostro al suyo, que procuraba ocultar a mis miradas y vi que tenía los ojos llenos de lágrimas. ¿Lloras porque corro peligro? Te portas ahora como solías ser antes, pero no como el Rey... como el Rey que yo había aprendido a amar. Lancé un gemido y la estreché sobre mi corazón.
En este día, cuando la campana lanza sobre el valle su acento plañidero Se siente un gemido triste y prolongado que sale del campanario Es la voz de lo desconocido que llora al ver pasar dos féretros en dirección al cementerio. De la noche a la aurora, ¡oh, campana! tú lloras con mis ojos y gimes con mi corazón.
Más que el amor mismo, con otra clase de amor nuevo.... menos egoísta, nada egoísta... ¡qué sabía él!». Tuvo que apoyar la cabeza en la madera fría del quicio y volverla hacia el gabinete, porque los ojos se le oscurecían, llenos de lágrimas, y no quería que nadie le viese llorar. «Bueno sería pensó mientras se iba serenando , que ahora me preguntase Emma, por ejemplo: ¿Por qué lloras, badulaque?
¿Por qué lloras de ese modo, hija? ¿Por un dicho, por una niñería?... ¡Deja á esa deslenguada que la coma la envidia! Es que yo, madre profirió la niña con trabajo, yo quisiera saber... si ese dicho era cierto... porque ya lo he oído otras veces, aunque nunca se lo dije hasta ahora.
¿Por qué lloras? preguntó, acercando su rostro al de la dama. Lucía no contestó. ¿Por qué lloras? volvió a decir con ansiedad. ¿Te he ofendido? ¿Acaso ya no me quieres?...
»Olga, ¿por qué lloras? le digo. Todo queda arreglado ahora. «Pero he ahí que yo también, gran tonto, me pongo a llorar como un niño. »Perdóname, Roberto dice su voz en mi oído. Mucho te he hecho sufrir, pero nunca más lo haré, nunca más. »¿Y ahora me amarás? pregunto, pues todavía no puedo creerlo.
¡Cómo! ¿Lloramos? ¡Qué tontos son los hombres, tío! Gran verdad, sobrina. ¿Y por eso lloras? Pablo dice que va a levantarse la tapa de los sesos, proseguí llorando. ¿Le crees capaz de semejante crimen? No, contesté sonriendo, a despecho de mis lágrimas. Tal atrocidad es incompatible con su carácter, pero ya la idea sólo prueba que...
Jacinto separó las manos y alzó los ojos también sonriente; pero sus mejillas estaban bañadas de lágrimas. Entonces la sonrisa de Flora se apagó. ¡Cómo! ¿Lloras, rapaz?... ¿Y por qué? No lo sé, Flora respondió dulcemente el mozo de Fresnedo. Flora quedó un instante pensativa y replicó colérica: ¡Pues yo si lo sé!
Y se acercó a él y le levantó por un brazo. Hola, compadre, ¿le sabe a usted muy dulce? ¿A que es más dulce este caramelo? El niño la miró con espanto y no llevó la mano al que la ofrecía. Hizo pucheritos y estuvo a punto de llorar. ¡Tontisimo! ¿Lloras porque te doy golosina? ¿Qué haces entonces cuando te azotan?
Olvido á la Venus de otros tiempos, á la Helena del «banco de los viejos». Te deseo tal como eres actualmente, Venus dolorosa, que lloras, sufres, y necesitas un consuelo, una protección. Ella cesó de sonreir. Su boca se crispaba con un mísero gesto de gratitud; sus ojos estaban húmedos.
Palabra del Dia
Otros Mirando