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Actualizado: 23 de junio de 2025


El Bolero, que se diferencia de los anteriores por la mayor viveza de sus movimientos, de cuya particularidad viene su nombre, debió inventarse hacia el año de 1780 por D. Sebastián Cerezo, celebérrimo bailarín de aquel tiempo. Añádanse también á éstos La Jota aragonesa, que se baila por tres personas; Las Sevillanas; Las Manchegas, especie de bolero; El Chairo, etc.

, se lo decía cara a cara, bien claro para que lo entendiera; ella no sabía jota de códigos ni de la práctica de tribunales: se daba por convencida de que había que vender todo, todo, aunque esto le parecía un despropósito que no podía mandar la ley, pero no de un modo irrisorio, a bajo precio; se daba por convencida que había mucho que pagar y era forzoso sacar el dinero de alguna parte, mas, ¿por qué se eternizaba un asunto tan sencillo? ¿qué deudas eran ésas? ¿qué cuentas eran ésas?

Sólo que el pastorcillo era mucho más ágil, y cuando el fraile llegó adonde él estaba, ya en pocos brincos había puesto por medio cuarenta pasos y había desliado la honda de la cintura, y sin saber jota de la historia sagrada preparábase á repetir el lance de David contra el gigantazo de Goliat.

Y hasta me malicio que si le han quitado a usted el estanco, es porque no piensa usted más que en ella ni se cuida usted de nada, y a eso se han agarrao. Don Quintín abrió desmesuradamente los ojos. Bueno continuó Cristeta ; pues no quiero que nadie, ¿lo entiende usted?, que absolutamente nadie sepa dónde voy a vivir. Venga quien venga, usted como si no supiese jota.

Decíamos que estábamos cerca de la casa del hermano mayor, y esto bien fácil nos es conocerlo, porque distintamente llegan á nuestros oídos los ecos de la marcha de Pan y Toros, tocata ahora en boga en Filipinas, cual lo será Dios mediante, dentro de ocho ó diez años, la jota del Molinero de Subiza, ó la polka de Flama. Ya estamos á la vista de la casa.

El guitarrista dejó a Luis XVI en el panteón, y saltó a la jota aragonesa. Se lo agradeció Bonis, porque aquello edificaba; era el himno del valor patrio. Pues bien, lo tendría, no patrio, sino cívico... o familiar... o como fuese; tendría valor. ¿Por qué no? Es más, pensó que su pasión, su gran pasión, era tan respetable y digna de defensa como la independencia de los pueblos.

La gente escuche tranquila, no me haga ningún reproche: tambien es negra la noche y tiene estrellas que brillan. 1061 Estoy, pues, a su mandao; empiece a echarme la sonda, si gusta que le responda, aunque con lenguaje tosco: en leturas no conozco la jota, por ser redonda.

A veces, y al son de la jota, una cupletista se declara aragonesa; pero ¿quién ha oído de alguna que haya nacido en el distrito del Sr. Rahola? La España del género ínfimo es muy limitada, y mi provincia, por ejemplo, la hermosa provincia de Pontevedra, tan fecunda en navegantes, en políticos y en cangrejos, no figura en ella... Soy española insiste la cupletista.

Pues hay que echar el resto: ¡a bailar todo el mundo!... Y como nadie se mueve, baila él como un desesperado a lo alto y a lo bajo, y después la jota aragonesa, y, por último, un zapateado que arranca al entontecido una exclamación de asombro y una risotada de alegría, y al caballero, ya descuajaringado y jadeante, estas palabras que parecen, por el tono, una maldición: «¡acabaras, hijo de una cabra

Se despidieron del vigilante nocturno y dejaron la plaza. Después, dando un rodeo, salieron al paseo de Los Llanos. Una campana de un convento comenzó a tocar. Juego, campanas, carlismo y jota. ¡Qué español es esto, mi querido Martín! dijo el extranjero. Pues yo también soy español y todo eso me es muy antipático contestó Martín.

Palabra del Dia

rigoleto

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