Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de mayo de 2025
Antes de que ella se hubiese sentado a su lado, Huberto comenzó con aire alegre: Estoy encantado; esta tarde he ensayado mi automóvil. Es una joya, usted verá; vuela y hace sus sesenta kilómetros por hora. ¡Mañana temprano vengo a buscarlas! Iremos a Versalles, almorzaremos en el camino.
Color local, y nada más. «Tráigalo usted pasado mañana a Tablada», me ha dicho. Ya sabes lo que es eso: un derribo de reses de la ganadería de Moraima; una fiesta que el marqués ha organizado para que se divierta su sobrina. Iremos; a mí también me ha invitado.
Parecía una queja. El sonido se expandió, muy dulcemente, y cada vibración, resbalando del campanario, iba a besar la superficie del agua tranquila. ¡Es como si lo estuviera viendo! exclamó Lucía. Adriana, después de escuchar algo que Charito le dijo en voz baja, se acercó a Julio: Nosotras iremos mañana a Nueva Pompeya para la primera misa. ¿Como a las siete, entonces?
Cunegunda no está aquí, dixo Cacambo, que está en Constantinopla. ¡Dios mio, en Constantinopla! pero aunque estuviera en la China, voy allá volando: vamos. Despues de cenar nos irémos, respondió Cacambo: no puedo decir á vm. mas, que soy esclavo, y me está esperando mi amo, y así es menester que le vaya á servir á la mesa: no diga vm. una palabra; cene, y esté aparejado.
Estoy completamente de acuerdo con usted, señor Greenwood. Iremos juntos a la Scotland Yard y solicitaremos que inicien las pesquisas necesarias. Si, en efecto, el señor Blair ha sido asesinado, entonces el crimen se ha cometido de la manera más secreta y notable, para decir lo menos posible. Pero hay otra cláusula en el testamento, que es algo inquietante, y que se relaciona con su hija Mabel.
Besaba el papel con ahinco, y sollozaba: «Hija de mis entrañas, hija de mis entrañas», como las madres. Subió a ver al Padre Alesón, a preguntarle si vendría Angustias. ¿Pues no ha de venir? Viene a casarse. Mañana mismo, a primera hora de la mañana, iremos a buscarla yo y otro Padre de la comunidad. Vendrá, vendrá sollozaba Belarmino sin dejar de sonreír y con los ojos mojados.
Después de un momento de silencio, el gitano se pasó rápidamente la mano por la frente, como para desechar una idea penosa, y dijo sonriendo: Ahora que ya no podemos dedicarnos al contrabando y que nuestra escuadra ha quedado reducida a la mitad, ¿a dónde iremos, Blasillo? ¡A Italia, comandante!
Ella pensaba en otra cosa, con los ojos fijos en el whisky, y contestó, distraída: Me llamo Blanca, y algunos me apodan «la Marquesa». ¿Me permite usted que tome otra copa?... Después, en mi casa, no tendremos una botella como ésta. Porque supongo que iremos á mi casa... Está muy cerca... A no ser que usted prefiera el hotel.
Vamos a comer a la fonda. Gracias; mejor quiero no comer. Comeremos bien, iremos a Genyeis: es la mejor fonda. Linda fonda: es preciso comer de seis o siete duros para no comer mal. ¿Qué aliciente hay allí para ese precio?
11 Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que tengamos en ella la noche. 12 Y su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel; antes pasaremos hasta Gabaa. Y dijo a su criado:
Palabra del Dia
Otros Mirando