Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de mayo de 2025


Yo dije: «¡Qué fortuna he tenido en que me destinaran al claustro!». Mis insomnios eran dulces y placenteros, y mi imaginación era como un celaje poblado de angelitos. Cerraba los ojos y veía a Dios... , a Dios, no te rías; a Dios mismo, con su barba blanca y su capa... pues, como le pintan...

Cuando estaba solo, ; entonces hablaba, hablaba consigo mismo, y aun parecías entablar misteriosos diálogos con aquel hermoso espíritu, que encontraba siempre en todas partes, acompañándole en sus soledades é insomnios; espíritu lleno de luz y con formas de mujer, que brotaba del seno mismo de la noche para mirarle inmóvil, callado y sereno.

Sus ojos febriles se posaron con angustia en ella, sus labios murmuraron otra vez «¡PerdónSin hacer caso alguno, la esposa de D. Pedro se metió de nuevo en la cama y apagó la luz. Los rayos del sol matinal, penetrando por las rendijas del balcón, alumbraron aquellos dos insomnios. Con la luz de Dios comenzó el bárbaro suplicio de una criatura inocente.

Siempre eres lo mismo... Tus manos arden... los ojos se te quieren saltar de la cara; estás lívida... Hija, tu piedad exaltada de algún tiempo a esta parte te hace mucho daño, y es preciso no olvidar la salud del cuerpo. Tus largos insomnios cavilando en las cosas santas, tus meditaciones sin fin, la viva pasión que te consume por lo religioso, te han marchitado en pocos días.

Se despertó en la fiebre del raciocinar, y sobre aquel tema controvertía apasionadamente conmigo mismo en el silencio de mis insomnios. Lo que más me aturdía era ver que con unas cuantas varas de tela había variado por completo su carácter.

Esto trajo a mi memoria el recuerdo de mis gratos insomnios de hace tres años, cuando yo vivía en el faro de las Sanguinarias, allá abajo, en la costa de Córcega, a la entrada del golfo de Ajaccio, otro hermoso rincón que encontré para meditar y estar a solas.

Huérfano por completo, sin padres ni hermanos, abandonó el pueblo cuyas autoridades tanto miedo le infundían y se fué á Manila para servir en casa de algun rico y estudiar á la vez como hacen muchos. Su viaje fué una odisea de insomnios y sobresaltos en los que el hambre entraba por poca cosa.

Una arruga vertical en la frente y las comisuras contraídas de sus labios, revelaban insomnios y noches en vela. Contemplaba a Laura adormecida. Carmen, en medio de la habitación, preparaba un remedio mirando la copa al trasluz. También era otra, Carmen: parecía más crecida, más mujer; la aflicción persistente le había borrado del semblante la expresión infantil.

La manzanilla es el primer medicamento de la infancia; corresponde al predominio nervioso de esta época de la vida y á todas sus instabilidades, á su sensibilidad exagerada, á sus congestiones fugaces ó incompletas, á sus alteraciones gástricas, á sus fiebres en lo que tienen de nervioso, á sus acedías, á sus vómitos ácidos, á sus diarreas biliosas ó ácidas, á sus cólicos, á sus insomnios, á sus ansiedades ó agitaciones.

Recuerdo solamente que los pensamientos que tuve aquella noche, hijos de la debilidad y de la fiebre producida por tantos días de emoción y de insomnios se producían en mi cabeza vacía de ideas, al ruido del badajo de hierro sobre el bronce, mientras lloraba el cadencioso unísono de la campana. Y no recuerdo más... Breve sueño adormeció mis sentidos al venir la mañana.

Palabra del Dia

pedregosos

Otros Mirando