Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de mayo de 2025
Sola contestó que no había podido dormir en toda la noche, porque las cosas tremendas que contó Primitivo y los augurios que hizo llenaron de misterioso pavor su espíritu. Verdad era esto que dijo; pero también había influido mucho en su insomnio doloroso la brusca y radical mudanza en su destino, en sus ideas todas por la conversación que ella y su dignísimo protector tuvieron a orillas del río.
A la mañana siguiente se presentó en el comedor a la hora del almuerzo, sin que al parecer se notaran casi los estragos producidos por su peligrosa escapada de la muerte, siendo tal vez las únicas huellas visibles dos negros y grandes círculos alrededor de sus ojos, que daban a conocer su terrible ansiedad y su insomnio.
El es mi fiel amigo que nunca me desdora, que siempre alienta al alma cuando triste la vé; que en mis noches de insomnio conmigo vela y ora; conmigo en mi destierro y en mi cabaña mora, y cuando todos dudan sólo él me infunde fé.
A la mañana siguiente se levantó un poco pálido y ojeroso, pero firme y resuelto a proseguir su obra de regeneración, a despecho de todos los obstáculos morales y materiales que surgiesen en su camino. Aquella noche de insomnio, en vez de enflaquecer su ánimo y despegarle de su empresa, le confirmó en ella, le dió alientos para llevarla a feliz remate.
Don Pablo Aquiles sorprendióla con los ojos hinchados, pero ella alegó que era a causa del insomnio, y cuando vino Agapo, como solía, la encontró abatidísima y sin ánimos para cambiar una palabra siquiera; don Pablo se amilanó con esto, porque, a la verdad, en la casa se notaba algo, que no se sabía explicar, se sentía venir algo, muy malo, muy malo, ¿qué cosa? se ignoraba.
Miembro del mismo club que de Aymaret, había visto más de una vez a su consorte, en los comienzos de su matrimonio, venir a buscarlo en la mañana enrojecidos los ojos por las lágrimas y el insomnio.
Aprieta la mano de su hermano más cordialmente que nunca, y lo mira en silencio en el fondo de los ojos, como si tuviera que hacerse perdonar una falta grave. Gertrudis tiene la palidez que causa una noche de insomnio. Su mirada evita la de Juan, y la taza de café que le ofrece suena en sus manos temblorosas.
Y no bien lo impedían, don Paco se burlaba de sí mismo y se despreciaba, presumiendo que lo que llamaba él religión y moral fuese cobardía acaso. Después de aquel tempestuoso insomnio, que convirtió en siglos las horas, don Paco se levantó del lecho y se vistió antes que llegase la del alba. Abrió la ventana de su cuarto y vio amanecer.
Segundo lunes. Hermoso día, pero el piso demasiado húmedo. Don Juan piensa: «No irá», y se queda en casa leyendo. Cristeta sale. Al fin mujer. Paseo en balde. Luego, noche de insomnio pensando: «¿Estará malo?» Martes. Sol esplendoroso, piso seco, ambiente primaveral. Casi al mismo tiempo llegan ambos espoleados por la impaciencia.
Allá en su fuero interno, durante largas noches de insomnio y hasta de vergonzantes lágrimas, ¡cuánto había meditado Laura sobre Coca... y don Mariano! El hecho era que don Mariano no se había fijado en ella, sino en su hermanita, y que ésta creía ahora corresponderle... Al principio, pareciole absurdo a Laura el casamiento de Coca y el estanciero.
Palabra del Dia
Otros Mirando