Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de julio de 2025
El libro santo que tengo reservado para el inimitable mihrab que ha de ser la maravilla del Andalús, conservará la unidad de nuestra fé: inalterable é inflexible nuestra creencia, crecerá el islamismo pujante en Europa arrollando esa multitud de leyes, sectas é instituciones que traen divididos á los incultos Godos y Germanos, y la Ley del Profeta, que es hoy el vínculo áureo de su pueblo predestinado, será con el tiempo la férrea argolla que fuerce á los rebeldes imperios idólatras á prosternarse ante la Quiblah de la grande aljama.»
El pueblo que quiere extender demasiado sus fronteras, suele verse mas estrechado de lo que exigen las naturales; el conquistador que se empeña en acumular coronas sobre su cabeza, acaba por perderlas todas; quien no se satisface con el dominio de vastos imperios, va á consumirse en una roca solitaria en la inmensidad del Océano.
Roland, en sus memorias. Cuando, nutrida de historia, hube encarado la extensión del mundo, la sucesión de los siglos, la marcha de los imperios, las virtudes públicas, los errores de tantas naciones, me parecía mezquina, ridícula, atroz, la idea de un creador que entrega a los tormentos eternos a esos innumerables individuos, débiles obras de sus manos, arrojados sobre la tierra en medio de tantos peligros y en la noche de una ignorancia de la que tanto han sufrido ya.
Además, tenía una fisonomía de expresión inocente, cándida, y, en su misma inocencia, expresiva y coqueta; una de esas fisonomías, en fin, a propósito para hacer enloquecer a cualquiera y cambiar, como suele decirse, la faz de los imperios.
Pidenos vasallos, una corona, el trono del mundo o de uno de sus imperios; pidenos una senal con la cual gobernaras a los elementos que nos obedecen; habla, tu puedes obtenerlo todo. El olvido; iel olvido de mi mismo! ?No podreis encontrar lo que pido en las regiones secretas que me ofreceis tan liberalmente? Esto no existe en nuestra esencia, ni en nuestra sabiduria; pero ... tu puedes morir.
En todos estos sitios se halla mi corazón; a cada paso encuentra amigos; hasta las piedras y los árboles me conocen y pronuncian un nombre. ¿Qué importa que este nombre, como Thebas o Palmira, no recuerde al viajero la fastuosidad de un imperio? La sangre humana vertida por causa de los tiranos. Empequeñece aquella grandeza y convierte los imperios en azote de Dios.
Esta bandera no engañaba á nadie. Sus enemigos conocían el buque, buscándolo con más empeño que si procediese de las marinas aliadas. En su mismo país, muchas gentes que simpatizaban con los Imperios germánicos celebrarían alegremente la desaparición del Mare nostrum y su capitán. La muerte de Freya había influido en su ánimo más de lo que él se imaginaba.
Eran antes que todo creyentes: invadian los imperios con el objeto de hacer preponderar su ley, y aun despues de mil derrotas persistian con tenacidad en sus empresas, seguros de que habian de encontrar en el campo de batalla el camino del Paraiso.
Y el hombre, valiéndose ya de la palabra, con organización social, y hasta fundando reinos, imperios y repúblicas, vive, si hemos de creer á sabios profundos, hace veintiséis mil años. Por aquel entonces, afirma Rodier, como si lo hubiera visto, que los arios se disputaron, se dispersaron y se dividieron en indios, iranios y otros pueblos, de quienes proceden las más nobles naciones de Europa.
Y además de estos arriesgados viajeros, felices en sus aventuras, figuraban los mártires, los que habían perecido bajo las flechas de los tártaros ó los sables de los japoneses. El Asia, con sus enormes imperios catalépticos é insensibles, había tentado á aquellos propagandistas de la autoridad y de la vida automática y sumisa.
Palabra del Dia
Otros Mirando