Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
Las desfiguraciones que impuse á la realidad no han impedido á ciertos habitantes de la Costa Azul reconocer el origen de mis personajes.
Acaso no lo creas al ver que esta pasión no me ha impedido sentir otra; pero no puedes figurarte a costa de cuántas angustias y dolores ha tomado cuerpo en mi pecho este nuevo amor.
Por el camino le fue contando Andrés cómo su tío le había impedido venir primero, aunque sin dar cuenta de la conversación que con él había tenido. Rosa le explicó lo que había hecho en el día.
Su presencia fue para mí en aquellas circunstancias lo que la vista del cielo para el condenado réprobo, y tanto más dulce porque yo sabía la suerte casi inevitable que me hubiera impedido volver a verla sin aquella su última visita. Dos días pasé con ella en completa inacción, al cabo de los cuales el duque de Estrelsau tuvo a bien anunciar que me había preparado una partida de caza.
Lo que es la abuela o alguna tía, a quienes el romadizo había impedido ir a cumplir con la viuda, preguntaban. ¿Y quién rompió el chivato? Doña Estatira, la mujer del escribano. Ella había de ser, ¡la muy sinvergüenza! ¡Ya se ve..., una mujer que tiene coraje para llamarse Estatira!... Por más que cavilo no acierto a darme cuenta del porqué de esta murmuración. ¡Caramba!
Esto hacian ya que les era impedido comunicarse de otro modo, porque como los inquisidores vencian en crueldad á Diocleciano, á Neron, i á los demás emperadores que fueron azote del cristianismo, no dejaban á los reos verse mas que en la hora del suplicio, i hablarse en ningun tiempo.
Los solemnes ojos del enfermo miraron los de la mujer con una expresión verdaderamente desusada. La vida y la inteligencia parecían luchar para volver a aquella tosca y arrugada cara. Magdalena volvió otra vez sobre nosotros sus negros ojos y sus blancos dientes sonriéndose con una elocuencia singular. ¿Este pobre impedido es?... preguntó el juez con indecisión. Juan dijo Magdalena.
Pero, amigo mío, replicó Marenval con viveza, ¿por qué no ha dicho usted eso más pronto? ¿Al cabo de un año viene usted á aventurar una opinión tan extraordinaria? ¿Quién le ha impedido á usted hablar en el momento del proceso? En aquella época no tenía las mismas razones que hoy para dudar. Pero, ¿cuáles son esas razones? ¡Diablo! ¡Me hace usted saltar con su sangre fría!
¡Pobre chico! ¿Qué culpa tiene él de que se le escape la saliva? repuso aquélla sonriendo. ¡Anda! ¿Y qué culpa tengo yo? exclamó enfurecida la otra. Mario rió la ocurrencia, irritado contra el violinista que le había impedido extraviarse por la floresta. Romadonga la amenazó con el dedo. ¡Niña! ¡niña! ¿Qué le duele a usted, D. Laureano? A mí nada.
La rígida etiqueta de la casa de Austria, con arreglo á la cual raras veces se encontraba el rey libre de una numerosa servidumbre, había impedido hasta entonces que Felipe III la abordase con libertad, en su cualidad de cancerbera de la reina; pero aquella desconocida comunicación secreta, la había entregado sin armas y, lo que era peor, desprevenida, á una entrevista particular con el rey.
Palabra del Dia
Otros Mirando