Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de octubre de 2025
No se busque en Teruel, ni tampoco en su provincia, los nuevos adelantos de la industria y del comercio, ni los goces refinados de la civilización moderna: pero bastante pureza de costumbres, nobleza de carácter, franca hospitalidad mezclada con alguna rudeza y pueblos esencialmente agrícolas, eso si se encontrará.
Hemos estado escuchando por no faltar a la hospitalidad; ya mi paciencia se ha acabado y no toleraré que usted pronuncie otra sola palabra... Los demás clérigos se levantaron también, y pálidos y trémulos y clavando en nuestro sabio antropólogo miradas de indignación, gritaban agitando los puños: ¡Eso es!... ¡No debemos escucharle!... ¡A la calle!... ¡a la calle!
El primero, según el testimonio de viejos cronistas, acabó siendo un traidor al Imperio de Liliput que le había dado hospitalidad, pues se fué con los de Blefuscú, que eran entonces enemigos. Además, al regresar á su monstruosa patria, publicó, según vagas noticias traídas por Eulame, un libro en el que ponía en ridículo á todos los liliputienses.
María Teresa, sin responder, desprendió su mano prisionera, y, sonriendo, pasó su brazo bajo el del joven y lo condujo suavemente hacia la puerta del jardín, diciéndole: Esta vez, usted lo ha merecido, lo echo de mi casa, pisoteando los deberes más elementales de la hospitalidad. Pero es en interés de su estómago.
¡Has hecho muy bien, y papá Nicholson tiene mejor gusto de lo que yo suponía!... ¿Y has empezado ya tus recuadros? No están más que esbozados... pero no puedo trabajar aquí... el taller es demasiado chico... Me veo obligado a aceptar la hospitalidad de un vecino hasta que vuelva a mi colgadizo de Bellevue, donde nos encontraremos a nuestras anchas los recuadros y yo.
¡Cuan hermosos resultan, esos hombres de la naturaleza, cuando á la desembocadura de los ríos, y más heroicos aun en plena mar, se aventuran en su débil esquife sobre las grandes olas, donde tan pronto parecen sepultados bajo las aguas como reaparecen rodeados de espuma! ¡Y cuán abnegados y honrados son estos buenos bárbaros, y qué profunda y grata impresión dejan en el cansado viajero que ha recibido una sola vez hospitalidad en su cabaña!
Cuatro días pasaron así, cuando Isidora salió para ir, según dijo, a casa de su procurador, y como al otro día y al siguiente repitiese el mismo viaje, los esposos se alarmaron y dieron en creer que Isidora no merecía la caritativa hospitalidad que le habían dado.
A los forasteros huéspedes nos trataba con mucha dulzura; porque «la hospitalidad decía fué don particular de los pueblos antiguos, y debe ser practicada por los presentes para enseñanza de los venideros».
Refiriéndonos á tiempos, ya muy viejos, veamos como el espléndido Concejo sevillano cumplió con los deberes de la hospitalidad y proveyó al sustento de algunos calificados huéspedes.
Se mataban entre ellos, siempre por asuntos de amor, pero el forastero era respetado, con el mismo escrúpulo tradicional que muestra el árabe por el hombre que pide hospitalidad bajo su tienda. El Cantó parecía avergonzado de que el señor mallorquín le hubiese sorprendido junto a su casa, en un terreno que era suyo. Balbuceaba excusas.
Palabra del Dia
Otros Mirando