Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de mayo de 2025


Era otro hombre: su audacia consideraba con desprecio todos los obstáculos. Sentíase capaz de robar, de matar, por su hijo. No tenía otra herramienta, otra arma, que su pluma, pero haría de ella un puñal, una palanqueta, algo implacable que sirviese para la muerte y el despojo. Lo que no había osado hacer por el amor, lo haría por su hijo.

No creía deshonroso vender su nombre al casarse para aumentar las comodidades de su existencia. Su nombre le pertenecía como una herramienta de trabajo. Pero le era imposible enajenarlo, dándoselo á un intruso para que continuase la estirpe.

Eso se ice fácilmente y resulta un juguete pa un rato; pero hay que ver cómo se pone un cristiano después de estar too el día subiendo y bajando la herramienta. Al final de la jorná, pesa arrobas... ¿qué digo arrobas? tonelás. Parece que uno levanta en vilo a too Jerez cuando da un gorpe.

Y moviendo su herramienta de un lado á otro, buscaba sitio para herir, evitando las manos flacas y desesperadas que se le ponían delante. ¡Pero Barret! ¡hijo mío! ¿qué es esto?... ¡Baja esa arma... no juegues.... eres un hombre honrado... piensa en tus hijas. Te repito que ha sido una broma. Ven mañana y te daré las lla.... ¡Aaay!... Fué un rugido horripilante, un grito de bestia herida.

Esta bestia dulce y pacífica carece de mandíbulas y de boca. Su herramienta para la nutrición es una lanza perforada, una trompa sutil, con la que agujerea la corteza de las ramas. Su estómago delicado no puede resistir los cereales y los cadáveres que alimentan á la hormiga, bestia feroz de quijadas triturantes y patas cortadoras.

Escúchanse gorjeos suaves de pájaros, ladridos de perros, golpes de herramienta y una que otra imprecación lanzada sobre las inocentes bestias que arrastran un carro. En las habitaciones interiores se alza el cántico, más fresco que melodioso, de una criada. Tal vez nos hallemos en el campo. Sin embargo, que no se anticipe juicio alguno acerca de este punto.

En tiempos del señor Lombroso teníamos, en efecto, unos cerebros especiales, y cuando queríamos trabajar, buscábamos, de acuerdo con nuestros gustos particulares o según la inspiración del momento, un hacha, un cuchillo, un revólver o una maza. Hoy, en cambio, buscamos un cerebro. El cerebro es nuestra herramienta. ¿Comprende usted mi situación?

Era prolijo en las descripciones, deteniéndose más cuando el objeto reproducido estaba lleno de telarañas, habitado por las chinches ó colonizado por la ilustre familia de las ratas, y su estilo tenía un desaliño sublime, remedio fiel del desorden de la tempestad. ¿Será preciso decir que usaba de mano maestra los más negros colores, y que sus personajes, sin excepción, morían ahogados en algún sumidero, asfixiados en laguna pestilencial, ó asesinados con hacha, sierra ú otra herramienta estrambótica?

Bou no quería galas, ni lujo, ni vicios caros, ni palacios; lo que quería era que todos fuésemos pueblo; que todo el que tuviera boca tuviera una herramienta en la mano; que no hubiera más que talleres y se cerraran los lugares de holganza; que se suprimieran las rentas y no hubiera más que jornales; que cada cual no fuera propietario nada más que de la cuchara con que había de comer la sopa nacional.

De allí salen para la gloria o para el hospital todos los que un día se tocaron la garganta, reconociendo que tenían algo, y arrojaron la aguja, la herramienta o la pluma, corriendo a Milán desde todos los extremos del mundo.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando