Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
Si yo tuviera relaciones con un rey ó un príncipe heredero, tal vez permitiría que nos viéramos en su casa, y hasta su monseñor montaría la guardia. Pasó un rato silenciosa, con los ojos inquietantes fijos en Miguel.
La verdugo cruel le está arañando El rostro y el pescuezo con el pecho. Fingiendo que se duele, esta gritando, Y su marido, dice, que del lecho Cayó, con un dolor crudo muy fuerte, Con ansias revolcando de la muerte. Los lutos se sacaron con contento, Las lágrimas son risas de heredero Y muy de presto ordenan casamiento, Por mas presto venir á pagadero.
El heredero de la casa de Montesinos se había enamorado como un loco de una joven de buena familia, pero sin dinero; una de esas chicas que suelen verse en Madrid en todos los teatros y en todos los saraos a la caza de un marido rico.
Finalmente, Mariano Martín Fillol, clérigo, con la calidad de heredero del hospital y sus derechos, lo vendió y cedió a favor de la ciudad de Teruel en 2 de Octubre de 1555.
Poníase Barbarita de parte del desterrado príncipe, y como el sentimiento tiene tanta parte en la suerte de los pueblos, todas las mujeres apoyaban al príncipe y le defendían con argumentos sacados del corazón. Jacinta dejaba muy atrás a las más entusiastas por D. Alfonso. «¡Es un niño!»... Y no daba más razón. Teníase a sí mismo el heredero de Santa Cruz por una gran persona.
No sabía absolutamente nada. El duque se dió á los diablos, y tomó el prudente partido de esperar. Mientras esperaba, la duquesa dió á luz un hijo varón. El duque de Gandía no pudo saber si su heredero, para el cual había escogido con tanto cuidado una hermosa madre, era feo ó hermoso.
Habiendo aquel que al mundo dió de mano En trueco del eterno y gran reposo, Dejándole primero todo llano Y en paz, al heredero muy dichoso, Juzgado por consejo bueno y sano, De dar hombre valiente y belicoso, Al Argentino envia Adelantado, Que Cabeza de Vaca fué nombrado.
A los diez y ocho años era Clementina una de las mujeres más bellas y uno de los mejores partidos de Madrid. El caudal de su padre había crecido como la espuma. Estaba considerado como uno de los banqueros importantes de la villa y no se le conocía otro heredero ni era ya de presumir que lo tuviese.
¡Un vagabundo, un ladrón, se la había jugado a él, a un hidalgo rico heredero de una casa solariega! Y lo que era peor, ¡esto no sería más que el principio, el comienzo de su carrera espléndida! Carlos, mortificado por sus pensamientos, no prestó atención a lo que hablaban; luego oyó un beso, y poco después las ramas de un árbol que se movían.
Deseaba su mayoría de edad, como el príncipe heredero ansía el momento de ser coronado rey. Desde niño le habían acostumbrado a esperar este suceso que dividiría su vida en dos, presentándole nuevos caminos para marchar rectamente a la gloria y la riqueza.
Palabra del Dia
Otros Mirando