Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de mayo de 2025


Si se la detiene entre los dedos, hace hebra y resbala con lentitud. Los análisis químicos no explican ese carácter: existe en ella una substancia orgánica que sólo se analiza destruyéndola, quitándole su especialidad, y haciéndola volver violentamente al número de los elementos generales.

Trepan por los troncos de las palmas y hacen caer los cocos al suelo. Pero ¿cómo se las componen para romper la cáscara de los cocos, siendo tan dura que hace resistencia hasta al hacha? Introduciendo una de sus tenazas por uno de los tres ojos que hay en la cáscara y haciéndola voltear como un berbiquí. ¿Se comen esos cangrejos?

Y, sin embargo, su frente no se baja ante la mirada del soldado sin miedo y sin tacha, del que nunca como entonces se ha sentido hija. Cuando Hardoin volvió por la noche al despacho, se quedó muy sorprendido al encontrar en él a su joven vecina que le estaba esperando. ¿Es usted, amiga mía? exclamó haciéndola pasar con una deferencia llena de simpatía. ¿Se encuentra usted mejor?

Si no sabía la causa primera de muchos fenómenos, había descubierto y utilizado las relaciones que los ligan, y en vez de ser siervo de la naturaleza, como en los tiempos de barbarie religiosa, la tenía á sus órdenes, haciéndola trabajar para su comodidad y sustento.

Así fue conociendo a los amigos de su padre; aquella bohemia en la que la música iba unida siempre a un ideal de revolución europea; mezcla confusa de artistas y conspiradores; viejos profesores calvos, miopes, con la espalda encorvada por toda una vida de inclinación ante el atril; jóvenes morenos de ojos de brasa con erizadas melenas y corbata roja, que hablaban de destruir la sociedad, haciéndola responsable de que su ópera no fuese admitida en la Scala o de que ningún gran maestro quisiera echar una mirada a sus dramas líricos.

Ella adoraba á los fuertes, y le hubiera amado siempre, de no presentarse el otro, con algo que no podía explicar. Tal vez era el encanto de la corrupción y de la juventud, que la enardecía, haciéndola cometer locuras; pero aun así confesaba que no podía compararse aquel hombre con su viejo tan bueno y tan generoso... ¿Por qué no había de aceptar el obstáculo como lo hacían otros?

Hasta los últimos tiempos se ha observado esta práctica, haciéndola extensiva á los teatros, que en el siglo XVIII se edificaron en el lugar ocupado por los antiguos.

Nada me parece tan digno de la religion como esa soberanía exclusiva acordada en el templo á la idea de Dios y al Evangelio, tan distante de la impiedad que esteriliza el alma, como de la idolatría miserable que la degrada, haciéndola caer en un paganismo contrahecho, que no tiene siquiera la poesía y la espontaneidad del paganismo griego y romano.

Yo, que no he creído en nada, creo en su majestad irresistible, en su poder benéfico, que revoluciona nuestra existencia, haciéndola más cómoda y fácil... El dinero es también poesía, una poesía sobria, enérgica, intensa, más humana y conmovedora que la insincera y manida que ustedes vienen repitiendo hace siglos en sus versos. Esta afirmación provocó en Ojeda una risa franca.

Elena empezó a meditar. Aquella cabecita ligera, evaporada, principió a darse cuenta vagamente del carácter de la gente que la rodeaba, sobre todo del carácter de su amante. Este había principiado por mostrar con ella un desinterés desdeñoso, susceptible, que aun haciéndola sufrir un poco no dejaba de lisonjearla en el fondo.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando