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Actualizado: 28 de junio de 2025
Ni cuando se comió el arroz con leche que D.ª Robustiana tenía destinado al marqués de Cotorraso, un día que éste le visitó, ni cuando mordió los zapatos morados de su ilustrísima el obispo de Oviedo, que vino á girar la visita pastoral á Laviana y alojó en su casa, le vió tan descompuesto. ¡Cosa más extraña! Talín comenzó á sospechar que allí existía un gran secreto de familia.
La masa derrumbada que llevaba consigo aldeas, campos, bosques y pastos, no había hecho, después de la rotura, más que girar sobre su base y dar vuelta sobre si misma. Una de sus caras estaba hundida en el suelo, y por el otro lado se había desarraigado en parte.
Trabajos preparatorios para girar una visita á la provincia. Preliminares de quintas y elecciones. Andoy. Laboriosidad y mutismo. El 1.° de Abril. Salida de Tayabas. El río Alitao. Barrio de Muntingbayan. Camino de Tayabas á Sariaya. El gobernador D. José María de la O. Mi estancia en Tayabas se prolongaba mucho más de lo que yo me propuse.
Fue cediendo la puerta lentamente, como si estas palabras fuesen de un poder mágico. La presión exterior, cada vez más enérgica, la ayudó a girar sobre sus goznes, arrollando las últimas resistencias de Mina. Y luego de quedar abierta se cerró de golpe, dejando en absoluta soledad la penumbra del corredor. ¡Pobre Wagner!... ¡Pobre Víctor Hugo!...
Con ligereza suma introdujo la hojilla caldeada por debajo del lacre del cartapacio, y haciéndola girar lentamente, desprendió el sello tan entero y tan intacto, que de nuevo podía volverse a pegar sin rastro alguno de fractura. Después púsolo con grande precaución en un extremo del velador, sobre una hoja de papel blanco.
Veo grandes chimeneas, pilares con esculturillas arriba, pero ni un caballero a quien hacer girar la cabeza... ¡bah, todo eso no sirve para nada! Nunca se me había ocurrido este modo de apreciar la arquitectura feudal exclamó, riendo, mi tío. Atravesamos corredores obscuros, que me amedrentaron.
Juan guarda silencio, y Gertrudis le pasa fuertemente el cepillo por la espalda. Apuesto cualquier cosa a que todavía no os habéis besado. Gertrudis deja caer de pronto el cepillo. Juan dice: «¡hum!» y se entrega afanosamente a la tarea de hacer girar a lo largo del cepillo de hierro que hay delante de la puerta una de las rosetas de sus espuelas. ¡Es preciso! ¡Vamos!
Su padre, en pocas palabras, le explicó nuestro inesperado encuentro y mi hospitalidad; entonces ella me sonrió dulcemente y pronunció algunas palabras de agradecimiento. Debe haber sido el intenso frío, me parece añadió. Me sentí de pronto entumecida, mi cabeza empezó a girar y no pude tenerme en pie. Pero realmente es mucha bondad en usted.
Ojeda escuchaba con ojos distraídos la charla de su compañero. En los largos intermedios que dejaba el servicio, bebía el champán de su copa, sin percatarse de su insistencia. Isidro cuidaba de la botella amorosamente, haciéndola girar en el cubo de hielo para su enfriamiento.
Después contempló, con el asombro que siempre produce, la vía láctea, que aquella noche se señalaba admirablemente. Aquella faja blanca donde se veían los astros como polvo finísimo le causaba siempre un estupor profundo. Cada grano de ese polvo es un cuerpo millares de veces mayor que la Tierra, el cual hace girar a su alrededor otros planetas que nosotros no podemos percibir.
Palabra del Dia
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