Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de mayo de 2025
Amaba á la montaña por si misma, gustaba de su cabeza tranquila y soberbia, iluminada por el sol cuando ya estábamos entre sombras; gustaba de sus fuertes hombros cargados de hielos de azulados reflejos; de sus laderas, en que los pastos alternan con las selvas y los derrumbaderos; de sus poderosas raíces, extendidas á lo lejos como la de un inmenso árbol, y separadas por valles con sus riachuelos, sus cascadas, sus lagos y sus praderas; gustaba de toda la montaña, hasta del musga amarillo ó verde que crece en la roca, hasta de la piedra que brilla en medio del césped.
Se dió cuenta de que estaba sentado en un sillón, con las piernas extendidas. Luego se incorporó, soltando el brazo de madera, que dejó oir un nuevo quejido de quebrantamiento al verse libre de la desesperada opresión. Rápidamente fué reconociendo el verdadero aspecto de todo lo que le rodeaba. El sol rojo no era mas que una lámpara eléctrica de las que alumbran el puente de paseo de un paquebote.
En cuanto al natural aumento de su persona, no era mucho ni la afeaba, prestando solamente a su cuerpo la dulce pesadez que se nota en el de la Virgen en los cuadros que representan la Visitación. La colocación de sus manos, extendidas sobre el vientre como para protegerlo, completaba la analogía con las pinturas de tan tierno asunto.
De repente, sonaron hacia el fondo del teatro pasos importunos, que hacían crujir las tablas del escenario; furioso Butrón volvióse agitando las manos extendidas e interpelando en colérico sotto voce al imprudente, como al bueno de Kent el rey Lear: ¡Despacio, demonio, despacio!...
Luego, abolida la voluntad durante el sueño, acudía en cuatro pies a las bocas pintadas de las sacerdotisas idólatras, que, extendidas bajo los cedros, temblaban de lujuria como panteras... Si al llegar a la Catedral le decían que el canónigo no se había levantado aún de la siesta, Ramiro esperaba paseándose por las naves.
En cada una de las ramas extendidas tiene cada árbol el peso de nieve que puede resistir sin romperse; los ramajes entretejidos forman juntos bóvedas, en las cuales se agrupan masas de nieve en cúpulas desiguales: únicamente algunas ramas rebeldes se escapan de la prisión de hielo y apuntan al cielo con sus flechas de color verde obscuro, casi negro, que sostienen en los extremos pesada carga nívea.
Palabra del Dia
Otros Mirando