United States or Christmas Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Es verdad... ya veo los campos llenos de flores... ya veo el gatito blanco... La niña no está... ¿Dónde se fue, Luis? Está en mi casa, esperándote para jugar. Estamos muy cerca ya. Duérmete. , Luis, voy a dormir. me lo mandas, ¿no es cierto? Yo debo obedecerte porque soy tu hija... Tengo frío... Apriétame más. Apretola más y más contra su pecho. Josefina se durmió al fin.

De tan extraño modo se conocieron dos hombres a quienes la Naturaleza había hecho hermanos. ¿Y los padres? preguntó Tirso con más interés en la entonación que calor en la mirada. Buenos... esperándote. Parecía que ambos empleaban el con trabajo. Vamos allá.

Temió que el gitano, en presencia de don Fernando, hablase de sus amores con la hija del padrino, y se apresuró a despedirle. Toma un pitillo y lárgate... mala sombra. Tu madre estará esperándote. Alcaparrón obedeció con la docilidad de un perro.

-En fin -dijo don Quijote-, eres, Sancho, el mayor glotón del mundo y el mayor ignorante de la tierra, pues no te persuades que este correo es encantado, y este Tosilos contrahecho. Quédate con él y hártate, que yo me iré adelante poco a poco, esperándote a que vengas.

El Miércoles Santo enviole su tía con un recado a casa de Samaniego, y después de estarse allí gran rato, oyendo tocar la pieza, notó que doña Casta hablaba muy vivamente con Aurora. «Vaya, hija, que hoy nos has dado un buen plantón. ¡Tres horas esperándote!... ¿A qué tienes que ir hoy al obrador, si hoy no se trabaja?... Lo mismo que el Domingo de Ramos... Toda la tarde en el obrador, y luego viene Pepe y me dice que ni has aparecido por allí ni ese es el camino. ¿En dónde estuviste? ¡En casa de las de Reoyos! ¿Y qué hacías tantas horas en casa de las de Reoyos?

Al despedirse para volver a la botica, llevó a su mujer aparte y le dijo: «Prométeme no salir esta tarde... prométeme no salir nunca sino conmigo». ¡Salir yo!, ¡qué disparates se te ocurren! No pienso en tal cosa replicó ella sonriendo . Aquí me estaré esperándote. A la noche iremos a casa de doña Casta. ¿Quieres? O a paseo.

Engaños fueron de Elvira, En cuya nieve me abraso. ELVIRA. Sancho, que me burlo, paso. El alma en los ojos mira; Que amor y sus esperanzas Me han dado aquesta lición: Su propia difinición Es que amor todo es venganzas. SANCHO. Luego ¿ya soy tu marido? ELVIRA. ¿No dices que está tratado? Mis ojos, a hablarle voy. ELVIRA. Y yo esperándote estoy.

Y el otro viejo, sin dejar de sonreír, pero rompiendo también a llorar, se arrojó en ellos murmurando: ¡Ochenta y seis años!... ¡Ochenta y seis años esperándote!... Mientras tanto, la marquesa de Villasis y el otro padre habíanse salido del cuarto, y aquel explicaba a la dama la historia del viejo.