Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 31 de mayo de 2025
Aquel hombre singular, que sólo vivía por Dorotea, que por Dorotea era capaz de todos los crímenes y de todas las grandezas; de matar y de morir, lloró cuando estuvo fuera de la casa, atravesando entre la obscuridad de la noche las estrechas calles de la villa hacia Puerta de Moros. Cuando llegó vió paseándose delante de la cruz á un hombre. Se acercó á él y le dijo: ¿Esperáis á una persona? Sí.
Nada sacaréis de ellos si no os mostráis humildes, sumisos, incondicionales admiradores de sus personas. ¡Ay de vosotros si no os acercáis a tan excelsos caballeros, aparentando que todo lo esperáis de ellos! ¡Ay de quién no les rinda parias! De seguro que nada obtendrá; de fijo que a todo le contestarán con monosílabos, y saldrá de allí colérico y desesperado.
Ya, ya lo veo. ¿Pero á quién esperáis? A un hombre. Decid más bien á un muerto; y dígolo, porque á pesar del demasiado aire que dais á la hoja de la espada, si yo no fuera quien soy, me hubiérais hecho vos lo que no quiero ser en muchos años. Pero el nombre del muerto; digo, si no hay secreto ó dama de por medio, que no siendo así...
¡Cómo! exclamó. ¿Ni siquiera un avemaría ante las abiertas puertas de la casa del Señor? ¿Así esperáis que
Me expresáis el deseo de ir a casa del guarda; sois bastante astuta para elegir la hora de vuestro paseo habitual para arrancarme el permiso; colocáis a Elena en el jardín para que pueda hablar con entera libertad con su cobarde adorador; éste acude allí... ¿Y todo este juego, hábilmente combinado, resulta ser ahora una mera casualidad? ¡Debéis tener una opinión muy triste de mí si esperáis engañarme con esas niñerías!
CLEOPATRA. ¡Vuestra opinión me tiene completamente sin cuidado! Y no hablemos más del asunto. Os ruego, señor, que nos digáis, leal y francamente, qué queréis de nosotras. Los demás romanos se ríen también. CLEOPATRA. ¡Vaya una respuesta! ¡Es innoble! Os pregunto: ¿Qué queréis de nosotras? ¿Qué esperáis obtener? Creo que no ignoráis que todas somos casadas.
Vosotros me esperáis aquí; si no hay peligro, saldré al escalón de la puerta y agitaré el sombrero; entonces podéis venir a tomar una copa de vino conmigo.
¡Dios mío! ¿qué decís? balbuceó el intendente espantado por las palabras de Marta, pero retrocediendo ante la revelación que ella le quería arrancar . Os he prometido confiar ciertos secretos así que estemos casados. ¿Por qué no esperáis ese momento para interrogarme? Porque ese momento no llegará, si no obtengo de vuestra boca toda la verdad.
Palabra del Dia
Otros Mirando