Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de octubre de 2025
Cuando el tiempo no les preocupaba, eran las reses el objeto de su conversación, y especialmente los toros, de los que hablaban con ternura, como si estuviesen ligados a ellos por un parentesco de raza. Los ganaderos escuchaban con respeto las opiniones del marqués, reconociendo el prestigio de su fortuna superior.
El recuerdo de tal suceso aumentó la inquietud y la tristeza de los que escuchaban á Correa; pero como si éste se arrepintiese del silencio trágico que pesaba en torno de él, se apresuró á añadir: Es una víctima más de la injusticia de nuestra abuela. Eva es la única responsable de que las cosas marchen tan mal en nuestro mundo.
Perecen muchos, y los que consiguen salvar, a los veinte años son viejos.... Las damas y los pocos caballeros que con ellas habían venido, le escuchaban con atención y con pena. Jamás habían visto un cuadro tan espantoso. El trabajo, que es por sí un castigo, aquí se complicaba con el envenenamiento.
Al volver hacia casa todas juntas, veían cómo en el cielo comenzaban a brillar las estrellas y escuchaban a los sapos, que lanzaban su misteriosa nota de flauta en el silencio del crepúsculo...
El oficio en el día parece también haber perdido algunas de sus ventajas. Por nuestros escritos conocerán nuestros lectores que no debemos alcanzar esos tiempos bienaventurados. Pero ¿quién no es hijo de alguien en el mundo? ¿Quién no ha tenido padres que se lo cuenten? Entonces, en el teatro se escuchaban pocas silbas, y el ilustrado público, menos descontentadizo, era a la par más indulgente.
Puestos en cuclillas escuchaban con atención religiosa el repiqueteo de los tamborcillos pendientes de las muñecas de sus jefes, instrumentos que servían á la vez para sus fiestas y para transmitir órdenes. La imagen de su esposa Guadalupe iba unida siempre á estos recuerdos de la guerra. Al principio la mujer mostraba cierto pavor; el silbido de las balas parecía irritar sus nervios.
Las amigas no se cansaban de exaltar su virtud y heroísmo; la villa la contemplaba con asombro, y en torno de ella no se escuchaban más que lisonjas y frases de admiración. María se hallaba realmente sobre un pedestal. Y, como todo el que se encuentra bajo las miradas del público, nuestra joven procuraba ocultar las emociones de su alma mostrando un semblante sereno y alegre.
Este desorden le hacía lamentar una vez más la escasez de personal. La servidumbre se levantaba tarde, á causa de sus esperas nocturnas. Por esto el coronel sentía la satisfacción de un gobernador de fortaleza que ve todas las poternas cerradas y siente las llaves en su bolsillo, las noches en que no faltaba ningún compañero del príncipe. Después de la comida escuchaban á Spadoni.
De la sala salía el tenue resplandor de una lámpara a media luz; en los árboles del jardín gorjeaban a intervalos pajaritos que parecían buscarse mutuamente entre las tinieblas del follaje; a lo lejos se oían balidos aislados, y sentados en silencio Lorenzo y Melchor, viendo por entre las plantas el resplandor distante de la cocina, escuchaban las primeras notas con que Ricardo estimulaba su memoria.
Y mientras que el Padre hablaba, D. Acisclo oía embelesado, aunque no penetraba el sentido de una sola palabra; y D. Anselmo se deleitaba, sin creer, como quien saborea la más bella composición poética; y doña Luz, doña Manolita y Pepe Güeto, escuchaban con fija atención y gran fervor religioso, lisonjeándose de que todo lo alcanzaban.
Palabra del Dia
Otros Mirando