Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de julio de 2025


Mis alambicados pensamientos y el ensueño ideal que repentinamente, tarde y fuera de sazón, movían y embriagaban mi alma, la llenaban de desesperanza y de anhelo de muerte, aunque yo seguía hallando hermoso el mundo, y rico en encantos, en curiosos misterios y en amena variedad de casos el espléndido tejido de la vida humana.

Este drama excitó el más vivo interés, por su acción y por lo patético de muchas de sus situaciones, granjeándose las simpatías del público; pero hemos de deplorar que el autor haya renunciado, como en las obras anteriores, á los encantos de la versificación y á las ventajas que con ella hubiese ganado su trabajo.

Respírase en estas escenas un aire puro y fresco, un céfiro que parece soplar de los incomparables valles del Sil y del Genil; todos los encantos del cielo meridional, y de una naturaleza tan grandiosa como bella, parece que se extienden sobre ellos.

Nunca mostró desconocer ni olvidarse del decoro debido a la mujer amada. Otros procuraron seducirla fingiéndose enloquecidos por su belleza, no elogiando más que sus encantos materiales: Juan le había dado a entender muchas veces que también apreciaba en ella el ingenio y la bondad: además, había hecho lo posible por despertar en su ánimo aversión a la vida teatral, en lo que tenía de peligrosa.

Los paralelos que establecía con la imaginación al pensar en tales cosas, resultaban poco favorables a Carola. ¡Qué diferencia entre sus blanduchos y manoseados encantos y el duro y levantado pecho de Mariquilla!

»Entonces, dejándose llevar de su brillante imaginación, que dominaba a su razón, me trazaba un bello cuadro de un matrimonio unido por el amor y embellecido por las dulzuras de la familia. Los encantos con que adornaba aquel retrato sobrepujaban casi a lo que hubiera sido la realidad, y semejante locura parecía causar su dicha.

Calixto, joven de nacimiento distinguido, se enamora ardientemente de la bella Melibea, y no puede conseguir la realización de sus deseos. Acude, pues, á una astuta alcahueta. En virtud de filtros y encantos, de astucias y amaños de todo género, llega al fin á corromper el corazón de la bella Melibea.

La Marquesa, de azul y oro, luciendo asomos de encantos que fueron, hoy mustios collados, con las canas teñidas de negro y el tinte empolvado de blanco, entraba en el comedor de la Regenta abriendo puertas con estrépito. ¿Cómo? ¿qué es esto? ¿no te has vestido? ¡Qué terca! exclamó Paquito, que acompañaba a su madre.

De tales encantos rodeada se alza la casa del tío Tumbaga, labriego querido y respetado en la comarca, como pudiera serlo cualquiera de sus antepasados cuando se cubría ante el Rey, y a quien más que el olivar o las tierras de pan llevar que constituyen su hacienda, envidian las mozas el hijo que Dios y su mujer, de común acuerdo, le dieron, a los nueve meses justos de matrimonio, allá por el año de mil ochocientos cincuenta y tantos.

Dicen los que han vivido mucho tiempo en el seno de esa sociedad, que la atracción invencible del exterior nada es al lado de los encantos del espíritu y de la dulzura exquisita del corazón.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando