Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de mayo de 2025
Cuando refiere sus proezas o las de algún afamado malévolo, parécese al improvisador napolitano, desarreglado, prosaico de ordinario, elevándose a la altura poética por momentos para caer de nuevo al recitado insípido y casi sin versificación. Fuera de esto, el cantor posee su repertorio de poesías populares, quintillas, décimas y octavas, diversos géneros de versos octosílabos.
Nada tenía esto de particular, y es lo más usual cuando no se tiene el viento por la popa; pero he aquí que a Rosario, la amiga de la señorita de Mory, se le mete en la cabeza de pronto que aquel cambio de motor náutico significa peligro inminente de naufragio, el cual se le representa a la imaginación con todos los horrores de que suele venir rodeado en las novelas por entregas: la densidad espesa de la noche, las olas elevándose como montañas a los cielos, los gritos de los náufragos mezclándose a los rugidos de la mar, etcétera.
Sus héroes no buscan la muerte por motivos criminales, sino, al contrario, salen á su encuentro impulsados por la fe más pura y por los afectos más nobles; no insensibles, cuando esperan y cuando temen, no, sino llevando en su corazón amor todopoderoso y confianza inmutable en la grandeza de la Divinidad; y así, entre el tumulto de los demás hombres, que luchan entre sí sin descanso, atraviesan los cementerios, llenos de cadáveres, y los campos de batalla de la tierra; nubes tempestuosas, pesadas y sombrías, vuelan por debajo, y no sin esfuerzo se arranca su alma eterna de lo finito que le rodea; pero la fe los precede y los ilumina con su antorcha, y, cobrando fuerzas del poder divino de la religión, apuran sin murmurar la copa de la amargura; elevándose, en virtud del sentimiento de su unidad con lo eterno, ven disiparse bajo ellos, como vanas sombras, los dolores y las alegrías mundanales; y ante los rayos divinos que los iluminan, siempre más brillantes, abandonan su condición mortal, y, llenos de gloria, y coronados de blancas rosas, penetran en triunfo por las puertas de la muerte, que se abren para dar paso á los bienaventurados, que los reciben con sus palmas victoriosas.
Gregorio Machado, había sido excesivo, elevándose a un millón de francos en moneda francesa.
La montaña, cubierta de espesos bosques, se abre en un recuesto que produce en cierto modo un vallecito, á unos 60 ó mas metros de altura sobre el lago, teniendo su límite inferior en el peñasco enorme que domina la ribera, y elevándose del lado interior por la espesa montaña hasta una altura bien considerable.
Después, para que la ilusión fuera más completa, vi las negras manchas de sus moles sumergidas, transparentadas en el fondo hasta que, enrarecida más y más la niebla, fue desgarrándose y elevándose en retazos que, después de mecerse indecisos en el aire, iban acumulándose en las faldas de los más altos montes de la cordillera.
Desde sus playas cascajosas el terreno se levanta en planos inclinados y muy ondulosos, enteramente cubiertos de viñedos; pequeñas y graciosas poblaciones lo salpican situadas sobre la ribera, y luego, elevándose en una sucesion de colinas mas ó ménos empinadas y rocallosas, va á confundirse con las montañas del Jura, cuyos mas bajos estribos y contrafuertes bajan hasta el lago mismo arrojando por sus hondas ramblas algunos arroyos.
Y el hombre se salvaría, así como la familia y los hijos: pérdida á menudo irreparable, pues, lo he dicho y lo repito, cada uno de esos hombres es la tardía producción de una prolongada tradición de industria; siendo en sí una obra artística, de arte humano, tan poco conocido, donde la humanidad va elevándose, formándose, como potencia de creación.
El camino nuevo de Possilipo, obra del rey Murat, costeaba el golfo, elevándose lentamente por la falda de la montaña, haciendo cada vez mayor el declive entre su calzada y el borde del mar. En esta pendiente asomaban las «villas» sus fachadas blancas ó rosadas entre los esplendores de una vegetación siempre verde y lustrosa.
Desafinan endiabladamente respondió Zeli. Bien pronto el humo, de negro que era, se convirtió en rojo vivo y por fin cedió el sitio a una columna de llamas, que, elevándose en torbellinos de la escotilla principal, proyectó sobre las aguas un largo reflejo de color de sangre. ¡¡Hurra!! gritaron los del brick.
Palabra del Dia
Otros Mirando