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Actualizado: 5 de septiembre de 2025
En México, tierra ancha y generosa en la que los cubanos han hallado siempre alegría y calor de propio hogar, lo recibieron con marcadas demostraciones de aprecio. A poco de estar Martí entre los mexicanos, era altamente conocido y admirado como periodista, profesor, dramaturgo, orador y poeta.
Los que tomaron por lo serio a Esquilo, en su Prometeo encadenado, supusieron que Júpiter se vengó de sus blasfemias ordenando a su águila que desde lo sumo del aire dejase caer una enorme tortuga que llevaba entre las garras, sobre la venerable calva del glorioso dramaturgo, y le saltase los sesos.
Primeramente, yo no creo que la producción dramática española en el día sea inferior, ni por calidad ni por cantidad, á la de ninguna otra nación del mundo. Sólo Francia compite con nosotros, y en sentir de muchos, aunque no en el mío, nos vence. Es la segunda declaración que ningún género de trabajo literario está en España mejor retribuido que el del dramaturgo.
Como Shakspeare, como Molière y Lope de Rueda, él mismo representaba sus obras en la escena, reservándose los papeles de característico, a causa de la curvatura del espinazo. En este caso solía sacar una voz engolada y tremante que causaba honda emoción en sus convecinos. Los títulos de ellas tenían un sello de originalidad que recordaba bastante los del inmortal dramaturgo inglés.
La dramaturgia creó el tipo del hombre que provoca amor en todas las mujeres, porque él finge amar, pero a ninguna ama: don Juan. El dramaturgo va por la vida inventando dramas, descubriendo dramas. Al contrario. El que vive un drama no ve el drama; ve su drama individual. Y si por caso al dramaturgo le acontece ser víctima en un drama vivo, él permanece ecuánime, sereno.
Sin duda en Venecia, en Milán, en Nápoles y en Sicilia, se hablan y se escriben cuatro dialectos distintos, pero con cierta modestia, reconociendo todos cuantos así escriben sin excluir v. gr. al gran poeta lírico Meli y al chistosísimo, fecundo é ingenioso dramaturgo Altavilla, que escriben en un dialecto vulgar, y que no hay más que una lengua nacional y de toda Italia, que es la lengua toscana, que ya debe llamarse italiana, así como la castellana debe llamarse española.
Ello supone una fusión completa, una identificación sin omisiones ni suturas, entre el dramaturgo y el comediante, un dilatado trabajo de penetración que éste habrá realizado para capturar cuantas vibraciones agitaron el alma de aquél.
A don Germán no le pareció aquello una prueba irrefutable de que el gran dramaturgo fuese el inspirador del artículo, pero no quiso llevarle la contraria abiertamente observando el estado de agitación en que se hallaba. Pero en ese caso ¿por qué ha tomado tal interés por tu obra y por qué la ha hecho representar?
Aquella alegría indescriptible, tan vehemente y aguda, que llegaba á ser dolorosa, con que el dramaturgo novel veía acercarse la noche de su primer estreno, es algo precioso que va amortiguándose, por grados insensibles y fatales, en el curso soporífero, interminable, de los ensayos.
La totalidad y fusión de todos ellos, predominando cada manera según la razón del pensamiento: Cervantes, el primer pensador español.» Esta simulación no es sólo externa y de superficie. El dramaturgo, desde el fondo de su propia alma, comienza a simular para consigo mismo; pero el ego más recóndito y personal permanece siempre ausente e inhibido de la emoción.
Palabra del Dia
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