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Actualizado: 5 de mayo de 2025


Pero Butrón, que no cabía en de gozo al ver que su pifia diplomática quedaba orillada, se apresuró a detenerla, llevándosela al hueco de una ventana, donde por algún tiempo dialogaron vivamente. Mientras tanto, Currita, con la vaga mirada fija en el espacio, como era siempre su extraña costumbre mientras hablaba, no los perdía de vista, trazando al sino tiempo su itinerario.

Corneta no sabe lo que tiene entre manos, y que no le caben cincuenta barcos en la cabeza. Todos asintieron a su opinión. Su conferencia duró hasta hora avanzada, elevándose desde la profesión naval hasta la ciencia diplomática. La noche fue serena y navegábamos con viento fresco. Se me permitirá que al hablar de la escuadra diga nosotros.

Esto lo consideré un triunfo de mi habilidad diplomática, porque, hasta cierto punto, poseía sobre ella una completa influencia, como que había sido su mejor amigo durante esos días tristes y penosos de sus años pasados. Pero cuando ya se trataba de un asunto que envolvía el honor de su padre, era enteramente impotente y nada conseguía.

Sacudió la cabeza al oír mi argumento, y me dijo: Siento no ser suficientemente diplomática para poder ocultar de ese modo mi antipatía. Nosotras las mujeres somos hábiles en muchas cosas, pero siempre damos a conocer irremediablemente lo que nos disgusta.

Habló también de su familia, que no era muy numerosa: dos hijas, ya casaderas, Adelaida y Elvira, y un hijo adolescente, Adolfo, que seguía la carrera diplomática, en el cajón mismo en que el Ministro de Estado guardaba sus notas secretas. De su mujer habló poco y como de paso, por lo cual sospechó el Reyecito que habría allí alguna messa allianza, ó quizá disensiones matrimoniales.

Nos sentamos en el ángulo de la izquierda, casi tocando la ventana que da vistas al paseo del Palacio Real. Dirigimos una mirada diplomática á los paseantes, á las glorietas, á las flores, á las fuentes, y en aquel momento nos creiamos duques ó grandes de España. ¡Sólo que el bolsillo estaba asustado!

Don Cayetano, que sabía esto, hizo un simulacro de presentación diplomática en el tono jocoserio que nunca abandonaba. Ellos, la Regenta y el Magistral, habían hablado poco; todo casi se lo había dicho Ripamilán y lo demás Visitación, que acompañaba a la de Quintanar. Doña Ana volvió pronto a su casa. Se recogió temprano aquella noche.

El francés sigue siendo, por donde quiera, la lengua diplomática y el idioma universal de los refinados y de los ilustrados. Las gentes de otros países de Europa, y más aún las de América, si tienen medios para ello, acuden a París, como las mariposas acuden a la luz, cegadas por su brillo.

»Intentaron darle vueltas a este tema; pero yo imprimía a la conversación otro giro; me apenaba mucho su inocente hipocresía. »Comuniqué a Amaury lo que tenía que decirle; mi misión diplomática obtenida para él, y la idea de hacer que este viaje de recreo fuese de provechosa utilidad a su carrera.

Las causas por las cuales se queda una «planchando» son muy variadas, y es difícil señalarlas todas. Desde luego, muchas veces tiene la culpa la dueña de casa donde se realiza el baile. La función de la dueña de casa requiere una gran actividad diplomática, a fin de que todas las señoritas que asisten a la fiesta sean atendidas y obsequiadas.

Palabra del Dia

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