Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de mayo de 2025


De alli á cuatro meses guiaba quince diferentes buques con 500 hombres, y habiendo puesto en fuga á los enemigos que defendian la costa, penetró vencedor en la Vela de Coro el segundo dia de Agosto; pero no encontrando alli la acogida y proteccion que esperaba, renunció á su expedicion y regresó á Trinidad, pasando luego á Europa desde esta isla.

Seguidamente ordené á mis tropas, para que atacaran en todas las líneas, consiguiendo el General Pio del Pilar entrar por Sampalok y atacar á las tropas españolas que defendían el puente Colgante, las cuales se retiraron hacia el puente de España.

Los que no lo tenían se contentaban con sonreír y aplaudir estúpidamente los chistes de los otros. Se daban interminables bromas a las niñas, sobre los aspirantes a sus respectivas manos, y aquéllas se defendían como de costumbre, con las clásicas respuestas: «No por qué dice usted eso. Le han informado a usted muy mal.

¡El Hombre-Montaña va á escaparse! gritaron miles de voces. Otros se alegraron de esto, aceptándolo como una solución beneficiosa para el país, ahora que necesitaba concentrar todas sus actividades en la guerra contra los hombres. Todos vieron cómo se inclinaba sobre los peñascos que defendían el lado exterior del muelle formando una línea de rompeolas.

Hizose grande resistencia al principio por los que defendían el castillo, que pasaban de quinientos hombres, no tan bien armados como los nuestros, ni tan resueltos. Murieron hasta ciento y cincuenta de los enemigos. Hubo algunos cautivos, pero la mayor parte escapó con la huida.

En respuesta sacó Zadig la espada; lo mismo hizo su criado que era valiente, y dexáron sin vida á los primeros Arabes que los habian embestido: dobló el número de enemigos, mas ellos no se desalentáron, y se resolviéron á morir en la pelea. Víanse dos hombres que se defendian contra una muchedumbre; tan desigual contienda poco podia durar.

Alistados pues seis cañones cargados de mucha metralla, y hecha señal, empezaron los españoles el combate con poco efecto: porque algunos indios á la primera descarga se escondieron en los fosos que antes habian hecho, los cuales no defendian lo bastante á los que se agachaban: otros persistian peleando, otros retrocedian.

El primero, y sin disputa el más importante, estaba compuesto de aquéllos, que defendían la reproducción de las formas nacionales, conciliándolas con el espíritu y exigencias de la época. El ilustrado D. Agustín Durán fué el más digno representante de esta parcialidad.

El escribano, D. Jaime y otro de los que allí se hallaban sostenían la causa de los vecinos y se oponían a que se les gravase, alegando que la fábrica aún tenía algunos fondos: el maestro y Celesto defendían la del cura. Al fin terminó éste su plática, y prosiguió la misa. Todos volvieron a sus primitivos puestos.

Uno de los argumentos que empleaban los que defendían la honradez del Provisor, consistía en recordar la modestia de su ajuar y de su vida doméstica. Justamente se había hablado de esto la tarde anterior en el Espolón, en un corrillo de murmuradores, clérigos unos, seglares otros.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando