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Actualizado: 26 de mayo de 2025
Me parece a mí, señor repuso el caminante, que sólo vagamente había comprendido las palabras de D. Pantaleón, que si a esos niños se les educara con cariño serían personas honradas. Yo conozco al mayor, y parece muy humilde el pobrecillo. Sería inútil, créame usted. Hoy se ha adelantado mucho en esa materia.
»La mujer se callaba. El marido me dijo, si no recuerdo mal, algo como esto, y muy conmovido: » Señora mía, yo la compadezco a usted con todo mi corazón; yo no dudo de la sinceridad de cuanto nos dice; yo la creo a usted capaz de todo lo que promete, y la aseguro que haría los imposibles por poner las cosas en donde debían estar, si las cosas esas tuvieran remedio a la hora presente; pero con estos mis buenos deseos, que son los de mi mujer, créame, aunque no lo parezca así...
Creame vm. dixe yo, que las comedias tienen dias, como algunas mugeres hermosas: y que esto de acertarlas bien, va tanto en la ventura, como en el ingenio: comedia he visto yo apedreada en Madrid, que la han laureado en Toledo: y no por esta primer desgracia dexe vm. de proseguir en componerlas, que podrá ser que quando menos lo piense, acierte con alguna que le dé credito y dineros.
El amo hizo una seña, y se fué el criado. Otra vez se miráron á la cara los convidados, y creció el asombro. Arrimándose luego el tercer criado á otro extrangero, le dixo: Señor, créame Vuestra Magestad, que no se debe detener mas aquí; yo voy á disponerlo todo, y desapareció. Entónces no dudáron Candido ni Martin de que era mogiganga de carnaval.
¡Muy interesante... muy original! decía la hermosa señora. Y apartando sus ojos del torero, perdíanse éstos en vagorosa contemplación, como si se fijasen en algo invisible. ¡El primer hombre del mundo! exclamaba don José con brutal entusiasmo . Créame usted, Sol, no hay dos mozos como éste. ¿Y su resistencia para las cogidas?...
Y en cuanto á usted, querido amigo, no tenga pesares, créame: posee usted en sí mismo lo que más se parece á la felicidad en este mundo, y gracias al Cielo, creo que siempre lo poseerá: la paz de la conciencia y la varonil serenidad de una alma consagrada al deber. Este anciano tiene razón, sin duda alguna. Estoy tranquilo y sin embargo, no me siento dichoso.
Las vírgenes negras de España, inexplicables para la devoción peninsular, se reprodujeron en América, con gran entusiasmo de la gente de color. Y todo este pasado vive ennoblecido e indiscutible bajo una pátina de siglos que lo hace cada vez más venerable. Créame, Maltrana. Al llegar allá, enfunde su burla y procure no hablar de religión, si es que busca apoyo en las damas.
Una verdadera revolución: créame usted, caballero. Medio pueblo era pariente nuestro, y los demás comían más ó menos directamente del negocio. Esta playa parecía un hormiguero.
Vive usted en la gloria y no comprende cómo nos retorcemos y nos achicharramos y aun blasfemamos los condenados en este infierno de Madrid... ¡Las cosas que a mí se me ocurren...! En un caso como este, no se asuste usted y créame lo que le digo... en un caso como este, me figuro que sería capaz hasta de apropiarme lo ajeno... se entiende con propósito de devolver. ¡Ay!
Muy buena, sí, y debemos socorrerla... No faltaba más... darle de comer... Pero créame, Doña Paca, no hará usted nada de provecho sin mi prima. Y para que no dude más, y se quite quebraderos de cabeza, esta misma tarde, anochecido, se la mando. Bueno, hija, que venga, y se encargará de la casa... Y a propósito: aquí hay una gallina asada que se va a perder.
Palabra del Dia
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