Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de octubre de 2025
Recorría en un instante con el pensamiento, todas las casas conocidas, todos los parajes por donde había andado, y no logró encontrar marco para aquella cabeza. Si no la he conocido en el mundo, la he conocido en sueños, se dijo; yo he visto muchísimas veces esta cara y estos ojos.
3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, [comida] que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido; para hacerte saber que el hombre no vivirá sólo de pan, mas de toda [palabra] que sale de la boca del SE
Yo te abandono á tu suerte. Hágame la cuenta de que no te conozco. Te pondrán tal vez en libertad, irás con ellos, serás vencido, y entonces ... ó huirás con ignominia, ó te entregarás á la venganza de tus enemigos, que no tendrán perdón para ti, y harán bien. ¿Pero usted me abandona? Sí: ya te he conocido. Vine sólo por conocerte. Ya sé quién eres.
Con tal motivo el estanciero, oscuro hasta entonces, se torna conocido para todo el país, justamente conocido y respetable, pues tanto su labor como sus palabras contribuyen al progreso patrio. El «tramitador» no olvida nada.
Las circunstancias poco ordinarias en que Carlos y Eva se habían conocido en África, eran de esas que crean en una semana una intimidad de veinte años. Ya, hacía algún tiempo, habían balsado juntos en un baile del gobernador; pero en el mundo oficial y en la trivialidad de las frases de salón, «se habían cruzado sin verse», según el refrán melancólico, secreto de tantos destinos fracasados.
En llegando más cerca, fue conocido de todos por el gallardo Basilio, y todos estuvieron suspensos, esperando en qué habían de parar sus voces y sus palabras, temiendo algún mal suceso de su venida en sazón semejante.
Contemplando distraídamente la melancólica plaza con sus árboles sin hojas, quedeme parado sin saber cómo haría para comunicar de la mejor manera posible la triste nueva de que era portador, cuando oí a mi espalda un suave «frou-frou» de una falda de seda, y, dándome vuelta prontamente, me encontré delante de la hija del muerto, cuyo aspecto era ahora, a la edad de veintitrés años, mucho más dulce, bello, gracioso y femenino, que cuando por vez primera nos habíamos conocido, tiempo ha, de una manera extraña y en medio de un camino.
Para sentir la fuerza de esta verdad supongamos que se pretende formar un acto de voluntad con el conocimiento de un hombre y la inclinacion de otro, hácia el objeto conocido; el puro conocimiento del uno no es acto de voluntad; y la inclinacion del otro hácia un objeto es imposible, si no tiene conocimiento del objeto á que se ha de inclinar: esto equivaldria á poner una relacion sin un punto de referencia.
Pero si todo lo suyo no es de igual valor; si la rapidez, con que escribía, ha perjudicado á la plena perfección de algunas de sus composiciones, recordamos de nuevo el número prodigioso de ellas, y consideramos que ha escrito más dramas buenos que otro cualquier poeta dramático del mundo conocido, y que, por consiguiente, merece que se extienda el manto del olvido sobre los defectos de todos los demás.
Si le hubiera conocido lejos de aquí, aproximados por las circunstancias, como en aquella noche de la inundación, no digo que no. ¿Pero aquí?... Serán escrúpulos de los que puede usted reírse, pero me parece que amándole, cometería un delito; algo así como si entrase en una casa y agradeciera la hospitalidad robando un objeto.
Palabra del Dia
Otros Mirando