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Actualizado: 22 de julio de 2025


La mente se pierde y se confunde con lo divino; mas no queda allí aniquilada e inerte; allí entiende aunque es pasiva; pero luego resurge y vuelve al mundo pequeño y grosero en que vive con el cuerpo, corroborada por aquel baño celestial, y capacitada y pronta para la acción, para el bien y para las luchas y victorias que debe empeñar y ganar en esta existencia terrena.

En cambio yo aún puedo consagrarte una palabra, maldiciendo al ruin escéptico que te niega, y al filósofo corrompido que te confunde con los intereses de un día. A este sentimiento consagré mi edad viril y a él consagro esta faena de mis últimos años, poniéndole por genio tutelar o ángel custodio de mi existencia escrita, ya que lo fue de mi existencia real.

Aunque el literato sea algo menos raro, hoy, que tanta gente se entromete a escribir, es, sin embargo, un artículo suyo muy buscado en el mundo; se lo arrebataban. Las mujeres lindas adornan, es cierto; pero los hombres de talento adornan de un modo más interesante. Usted quiere enorgullecerme, señorita Diana. Esta acogida me confunde.

En el tercero, que abarca desde que vuelve del segundo viaje hasta que muere, llegan sus facultades y su saber combinados, al límite de lo que puede realizar el arte: lo que pinta se confunde con la realidad. Pero en rigor esta división es convencional: sólo sirve para clasificar sus obras con relación al tiempo en que las hizo.

Si supongo lo contrario, si colocándome en el terreno de lo absurdo finjo por un instante que queda cortada la relacion entre el pensar y el ser, se rompe el vínculo que mantiene en órden al universo entero: todo se trastorna, todo se confunde, y lo que se me presenta á la vista no si es el caos ó la nada. ¿Qué ha sucedido?

Debía mostrarse cruel, fingir despego, hacerle sufrir como una moza casquivana, antes que decirle la verdad. Imperaba en ella esa preocupación de la hembra vulgar que confunde el amor con la virginidad física. Una mujer sólo podía ser esposa del hombre al que llevase como tributo de sumisión, la integridad de su cuerpo. Ella debía ser como su madre, como todas las buenas mujeres que conocía.

Así resulta que la opinion de los puntos inextensos, queriendo evitar la division infinita, viene á caer en ella; como sus adversarios proponiéndose huir de los puntos inextensos, parece que al fin llegan á reconocer su existencia. La imaginacion se pierde, y el entendimiento se confunde.

Un esposo como el mío, que se confunde con la plebe, merece que se le iguale con la generalidad de los maridos. Vos meditaréis. Ya lo creo... y porque medito me vengaré del rey, que no ha sabido tener personas dignas al lado de su hijo, mortificándole; del príncipe, enamorándole y burlándole... ¡Ah! burlándole... es decir...

Y entre esta sociedad híbrida e incolora como la Memoria de un ministro, mi amigo don Benito, cuya acrisolada y noble honradez se confunde por el positivismo contemporáneo con el sueño de un iluso, solía de repente estallar con noble sarcasmo, sintiendo probablemente cuán estériles han sido las desgracias del pasado y cuán injustamente ha repartido el destino sus favores en el presente.

Mi tío don Benito y yo continuábamos inmutables nuestro programa de abstención activa, callados y reverentes, comiendo con esa moderación respetuosa que se confunde con el hambre modestamente disfrazada de un apetito discreto.

Palabra del Dia

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