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Actualizado: 12 de mayo de 2025
Estoy arrepentida de no haber precipitado las cosas entonces; para entrar en su alma con más prestigio, hice demasiado misterio y concluí por sugerirle, acaso, la idea de que se estaba él engañando y de que yo carecía de capacidad para el gran cariño soñado.
Sí, amigo mío, lo he dicho concluí conduciéndolo hasta la puerta y despidiéndolos; pero le aconsejaría de buena gana que en eso de los periódicos no se fijase mucho, porque ya sabe usted que aquí no los hay siempre... Sí, es verdad, es una casualidad el haberlos. Así, lo mejor será que se atenga a mis demás consejos. Este es el camino. o
Concluí por reírme de mis alucinaciones estrambóticas; salí del tocador, y ayudé, sin ser hora todavía para ello, a arrastrar a mi madre en su sillón hasta el saloncillo en que recibíamos las visitas.
¿Por qué te quiero?... Pues por lo que yo hago casi todas mis cosas ... por capricho. Un día te he visto en el Retiro revolviendo un caballo admirablemente y me gustaste. Luego, a los dos meses, en Biarritz, te vi en el asalto del casino tirando con un oficial ruso y concluí de encapricharme. Hice que me fueses presentado, procuré agradarte, te agradé en efecto.... Y aquí estamos.
Cuando concluí de almorzar, me levanté para despedirme de mis huéspedes. Ellos, por su gusto, me hubieran retenido todavía un rato, para hablar de Mauricio, pero iba atardeciendo, estaba lejos el molino, y era necesario emprender la marcha. El viejo se había puesto de pie al mismo tiempo que yo. Mamette, trae mi sobretodo. Voy a acompañarlo hasta la plaza.
»Don Santiago no desplegó sus labios, porque harto tenía que hacer con ocultar de mí las impresiones que le estaban dominando. » Yo no pido a Ángel concluí porque es bueno, porque es hermoso, ni porque es rico: le pido, le imploro, porque ama a Luz y es la vida de mi hija, que le merece.
Pero ¡qué demonios puede usted hallar en ella de apetecible hasta ese punto! exclamé entonces, verdaderamente asombrado. Lo que no hay en lo otro me respondió al instante. Pues no lo entiendo concluí. Ni es fácil me dijo muy sosegadamente , desde el punto de vista de usted, tan diferente del mío.
Y me preguntó con mucho interés, con «demasiado» interés, quien era un joven recién llegado a Villaverde, que vive en esta casa, y que tarde a tarde, se pasa las horas muertas, en un asiento de la Plaza, de codos en la baranda, y vuelto hacia.... Hacia la casa del señor Fernández. ¿No es eso? concluí riendo. Ella prosiguió: Y oyendo tocar a una señorita que vive allí.
Porque ya ves tú, no es cosa de estar haciendo el oso eternamente.... Me escuchó con paciencia.... Te advierto que yo estaba enteramente arrebatado y apenas sabía lo que iba diciendo. Cuando concluí me dijo que no tenía motivos para estar enfadado y se escapó a la sala. Después de esto ¿quién no había de entender que estaba el asunto arreglado?
Convencidos de estas importantes verdades, todos los gobiernos sabios y prudentes han llamado a sí a los extranjeros; a su grande hospitalidad ha debido siempre Francia su alto grado de resplandor; a los extranjeros de todo el mundo que ha llamado Rusia, ha debido llegar a ser una de las primeras naciones en muchísimo menos tiempo que el que han tardado otras en llegar a ser las últimas; a los extranjeros han debido los Estados Unidos... pero veo por sus gestos de usted concluí interrumpiéndome oportunamente a mí mismo que es muy difícil convencer al que está persuadido de que no se debe convencer. ¡Por cierto si usted mandara, podríamos fundar en usted grandes esperanzas!
Palabra del Dia
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