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Actualizado: 12 de mayo de 2025
Quedaban dos pajes cerca de la bitácora velando la ampolleta, un reloj de arena que molía dejaba pasar su contenido en media hora. Así medían el tiempo en la obscuridad de la noche. Y siguiendo una tradición, decían los pajes al entrar de guardia: Bendita la hora en que Dios nació, Santa María que lo parió, San Juan que lo bautizó.
Hay que tener en cuenta que el Almirante estaba entonces a unas catorce leguas de la isla, y ésta es completamente baja, sin una colina. Imposible verla a una hora en que la Pinta, que iba navegando muy por delante, no había alcanzado todavía a distinguir tierra. La luz fue indudablemente la de la bitácora de la carabela de Pinzón, que avanzaba entre la nao del Almirante y la isla todavía lejana.
Natural era que al rey D. Carlos se guardaran consideraciones excepcionales en el viaje referido: su cronista consigna que ponían á las señoras linternas de hierro mientras se acostaban, después de lo cual el capitán del navío visitaba los lugares y no quedaba más lumbre que en los faroles de popa; una linterna en la cámara del Rey; otra en la de la infanta doña Leonor, su hermana; la de la bitácora y la del castillo de popa «bajo la cual se resguardan los marineros mientras el pito no les llama.»
Zamorano llama ya mortero á la caja cilíndrica de madera que contiene la rosa por tener hechura de una grande escudilla; recomienda que si la aguja se inclina se ponga en la parte contraria un poco de cera ó una delgada lámina de plomo, y hecho el instrumento, llamado aguja de marear, se asiente en la popa, donde está la bitácora, en la línea que pasa desde el bauprés por el centro del mástil mayor.
Fernando le encontró cierto aire de monje yendo y volviendo con igual número de pasos por su claustro de acero. Junto a una luz oculta, que esparcía una tenue mancha rojiza el resplandor de la bitácora , estaba otro hombre, con los brazos en cruz, abarcando la rueda reguladora de la dirección del buque.
Desde el momento de encenderla entraban los pajes á velarla con la ampolleta, cantando: La guarda es tomada; La ampolleta muele; Buen viaje haremos Si Dios quisiere. «Es obligación de los pajes, decían las instrucciones, á boca de noche traer en una lanterna lumbre á la bitácora para que el timonero y piloto vean la aguja de marear.
Palabra del Dia
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