Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de octubre de 2025
Nadie se cuida de los millonarios, y helos ahí teniendo que fundar escuelas y hospitales y que distribuir su dinero en obras de beneficencia. ¡Pobres millonarios! Hasta hace poco, su desamparo se explicaba por su rareza. Los millonarios eran escasísimos y no podían imponerse. Pero las cosas han cambiado, y hoy, en Bilbao, ¿quién no está ya en el tercero o cuarto millón?
La pobre señora había intentado vivir cerca de él, pero temía al clima de Bilbao.
Además, respetaban al doctor con cierta adoración supersticiosa porque era primo hermano de Sánchez Morueta y éste no ocultaba su gran cariño al médico... ¡Sánchez Morueta! ¡Cómo quién dice nada! Hacía muchos años que no había estado en las minas. Aun en el mismo Bilbao, transcurrían los meses sin que viesen su barba cana y su cuerpo musculoso de gigante los más íntimos del famoso personaje.
Así fué reuniendo una fortuna para su hijo único, que andando el tiempo había de ser el famoso Sánchez Morueta. En aquella época, el futuro millonario iba todas las mañanas al instituto de Bilbao, á estudiar Náutica, pues su padre le quería marino, pero de los de altura, para navegar y comerciar en grande, á través de todos los mares, como él lo hacía en la ría.
Al salir sobre las tablas ó en el primer capítulo un protagonista joven, noble, arrogante, que sólo abría la boca para decir cosas hermosas y profundas, ya se sabía, era un ingeniero. Lo malo añadió Aresti, recobrado su tono irónico es que en este Bilbao todo es diferente del resto del mundo.
Había querido, al irse del mundo, morir abrazada á aquellas hortalizas que todas las mañanas llevaba al mercado de Bilbao, con avaricia de aldeana. El señor Juan se sintió más unido á su cuñada y su sobrino. El hijo escribía de tarde en tarde: la ría ofrecía cada vez menos alicientes para él.
Y en nuestra España, aunque proporcionalmente se escribe menos y se lee mucho menos, la producción literaria no está encerrada en Madrid, sino que se muestra en varias ciudades de provincia, especialmente en Sevilla, Bilbao y Barcelona.
En aquel año ocurrieron sucesos y lances muy notables, como el sitio de Bilbao, la muerte de Concha, y por fin, el pronunciamiento de Sagunto. Raro era el día que no echaban los periódicos un extraordinario anunciando batallas, desembarcos de armas, movimientos de tropas, cambios de generales y otras cosas que por lo común daban pie a inacabables comentarios.
Entonces estaba muy de moda entre los jóvenes pudientes de aquí, irse á San Juan de Luz y á Bilbao, con motivo de unos célebres partidos de pelota que había á cada paso entre vascongados y bayoneses.
Al entrar en Gallarta, el médico pasó apresuradamente ante su casa, temiendo que les viera Catalina y le apostrofase por su subida al monte. Vivo, muchacho; vamos aprisa. Son las siete y aún he de tomar el tren para Bilbao. Pasaron apresuradamente por la calle principal de Gallarta, una cuesta empinada y pedregosa con dos filas de casuchas que ondulaban ajustándose á todas sus tortuosidades.
Palabra del Dia
Otros Mirando