United States or Vanuatu ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un recuerdo del corso de las flores, en la última temporada que pasamos en Buenos-Aires... aclaró Coca, afectando cortedad. ¿Regalo de quién?... ¡Oh, no suponga usted nada!... De un buen amigo y compañero de armas de mi hermano Ignacio... el capitán Pérez...

Una alarma reciente había puesto, sin duda, sobre las armas á todas las tropas que guarnecían la capital. Flimnap consideró una gran suerte su encuentro con varios individuos del gobierno municipal que le habían acompañado el día anterior en la fiesta de los rayos negros. Todos estaban aún bajo la influencia de su triunfo oratorio, y le saludaron con afabilidad.

Porque decian así: que los indios y los Padres, luego que viesen que se obraba deveras, y comenzasen á experimentar la guerra, habian de amedrentarse, y salir al encuentro de los ejércitos mas inmediatos, rogando ó pidiendo la paz, y con profunda humildad entregarian las armas, les pedirian perdon de la resistencia, y entonces se les concederia en nombre del Monarca: pero con estas condiciones; que, se permitiese á los ejércitos ir y discurrir por donde quisiesen: luego al punto llevarian, ó enviarian las cosas móvibles y semovientes, dejando á los Portugueses la tierra, campos, pueblos y pagos: pero si hiciesen al contrario, infaliblemente todos, como si fuera uno, habian de ser muertos á hierro y fuego.

Si hay en el Universo un ser cuya sangre debiera economizarse, es la ballena franca, tesoro admirable, donde la Naturaleza ha amontonado tantas riquezas. Ser, además, inofensivo, que á nadie persigue ni vive de especies que sustentan al hombre. Exceptuando su temible cola, carece de armas defensivas. Y no obstante, ¡cuántos enemigos tiene!

Escaseaban los jornaleros y menestrales, porque de los barrios bajos partían diariamente muchos hombres a engrosar las partidas de Toledo y la Mancha; y a pesar de los brutales bandos del General francés, ni faltaban armas en las casas, ni los fugitivos partían con las manos vacías.

El curso de los rios apresura, Y le detiene, el pecho á furia incita, Y le reduce luego á mas blandura. Por mitad del rigor se precipita De las lucientes armas contrapuestas, Y da vitorias, y vitorias quita. Verás como le prestan las florestas Sus sombras, y sus cantos los pastores, El mal sus lutos y el placer sus fiestas,

Los que más belicosos se habían mostrado entonces, empiezan á decir que ellos se lavan las manos, y no faltan quienes esconden el pistolón, la belga ó el Smith and Wesson, "porque no conviene que lo cojan á uno con armas encima."

Mi arnés, armas y caballo vuestros son por la ley de la guerra. Pero os serán devueltos. Coloca centinelas, Simón, ahí en la entrada del paso y una guardia de arqueros con armas preparadas por si algún otro caballero nos visita. Pasaron las horas y los ingleses siguieron vigilando todos los movimientos de la gran hueste enemiga.

Martín y Capistun, además de mulas y de caballos, habían llevado a diferentes puntos de Guipúzcoa y de Navarra, armas y materias necesarias para la fabricación de pólvora, cartuchos y proyectiles, y hasta llegaron a pasar por la frontera un cañón, de desecho de la guerra franco-prusiana, vendido por el Estado francés. Los comités carlistas funcionaban a la vista de todo el mundo.

Las crías se aumentaban, los diezmos nuevos acrecentaban el piño de ganado, y a la vuelta de diez años se pudo calcular que la mitad del ganado de las estancias de una provincia pastora, pertenecía al comandante general de armas y llevaba su marca.