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Actualizado: 11 de julio de 2025
En prosa y verso ha alabado repetidamente Lope los encantos, físicos y espirituales, de su amada, creando de ella una imagen, según atinadamente se hace observar en el libro de los señores Rennert y Castro, que "más bien que en damas de la España tradicional, hace pensar en un tipo de gentil cortesana, surgido al contacto de la Italia renacentista". La figura que traza Lope de la Amarilis de sus postreros amores guarda estrecha relación con la de esta heroína de la novela de sus años mozos.
El Autor vino en ello, porque se dejaba gobernar del tal Apuntador, como de hombre que tenía grandísima curia en la comedia, y había sido estudiante en Salamanca, y le llamaban el Filósofo por mal nombre; y llegando con el papel de la segunda dama a Ana María, mujer del que cantaba los bajetes y bailaba los días de Corpus, habiéndole dado la primera dama a Mariana, la mujer del que cobraba y que hacía su parte también en las comedias de tramoya, arrojándole, dijo que ella había entrado para partir entre las dos los primeros papeles, y que siempre le daban los segundos, y que ella podía enseñar a representar a cuantas andaban en la comedia, porque había representado al lado de las mayores representantas del mundo y en la legua la llamaban Amarilis , segunda deste nombre.
Más famosa que él fué su esposa María de Córdoba y de la Vega, celebrada por los poetas más distinguidos de su tiempo bajo el nombre de Amarilis, y calificada en el reinado de Felipe III y á principios del de Felipe IV como la primera actriz de España, tan notable en declamar comedias como en cantar, bailar y tocar .
Ya mencionamos antes á las dos famosas actrices llamadas Amarilis y la divina Antandra. Estaba casada con el director de escena Manuel Vallejo, y representaba en su compañía.
Ateniéndonos también á La Dorotea, sus padres hubieron de morir mientras él residía en Alcalá, apoderándose de sus bienes un malvado, que huyó con ellos á América. Epístola de Belardo á Amarilis. Epístola al Dr. Gregorio de Angulo. En la Filomena se llama Elisa á Dorotea, y Nise á Marfisa.
El Valle de Zurguén y las Praderas de Otea, lindantes también con Salamanca por el otro lado del río, son la Arcadia de la poesía pastoril española..... Venid, venid, zagalejos, Que al Zurguén sale Amarilis......, decía Iglesias. Y casi en los mismos años denominaba Meléndez á su amada: La gloria del Tormes, La flor del Zurguén.
A fines de 1616 estaba Lope en las relaciones más íntimas con doña Marta de Nevares Santoyo, mujer de Roque Hernández de Ayala, hombre de negocios. Amarilis, bautizada también literariamente por Lope con el nombre de Marcia Leonarda, era natural de Madrid y debía tener unos veintiséis años cuando Lope la conoció en un jardín con ocasión de una fiesta literaria.
En abril de este año, en la calle de Francos, probablemente en casa del poeta, falleció doña Marta de Nevares. Lope la lloró en la ya citada égloga Amarilis, que vió la luz al año siguiente. Antes de ello, en 1632, publicó La Dorotea, "acción en prosa" dividida en cinco actos, en que Lope, como hemos dicho, conmemora muchos recuerdos de sus relaciones con Elena Osorio.
Juanita, que gustaba mucho de las castañas, como la Amarilis de Virgilio, se avino a que don Pascual le comprase un cuarterón de pilongas, que también se iba comiendo sin el menor melindre.
En los versos a la poetisa peruana Amarilis dice así: "Dejé las galas que seglar vestía; ordenéme, Amarilis; que importaba el ordenarme a la desorden mía." Pronto sabremos lo que había de durar aquel orden en Lope. Trasládase a Toledo, en marzo de aquel año, y, por su correspondencia con el Duque, podemos seguir los preliminares, no sobrado místicos, de su dedicación eclesiástica.
Palabra del Dia
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