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Actualizado: 20 de octubre de 2025


Poseía un sólido bienestar; ella, su marido y sus hijos satisfacían plenamente sus necesidades, y de añadidura tenían buenos ahorros, un establecimiento de primer orden, y además, como perspectiva risueña, la hermosa finca de Pinto, con otras riquezas que el viejo guardaba.

Con sus ahorros, ya muy mermados por haber subvenido secretamente a las necesidades de la familia, puso una tienda, y allí, a fuerza de trabajo y de economías hizo un piquillo, que, como decía, le bastaba para vivir y auxiliar a las señoritas. Cayó enferma mi tía Carmen, y Andrés se dijo: «¡A Villaverde! No debo vivir lejos de la familia.

En Suiza no hay una ciudad, por pequeña que sea, que no posea como las mejores pruebas de civilizacion, fraternidad é interes por la cosa pública estos elementos: una ó mas bibliotecas públicas, museo mas ó ménos surtido y ordenado, caja de ahorros, colegio, numerosas escuelas, hospital y hospicio.

Yo no he estado allí nunca, pero que es un caserón con un huerto: los labriegos que lo tienen arrendado no pagan hace mucho tiempo. Quizá por eso no se quedó mi tutor con la finca. Los títulos de la Deuda y el dinero de los ahorros los coges en cuanto me cierres los ojos, y ahora manda venir a un escribano. Quiero que la casa sea legalmente tuya para que nadie pueda molestarte.

La convalecencia fue larga: en ella se gastaron primero los ahorros; luego el préstamo tomado sobre la ropa dominguera, la capa de él y el mantón de ella; después algún socorro de camaradas y vecinos, y por último, un donativo de la Caja de resistencia en huelgas. En nuevo trabajo no había que pensar; porque el brazo perdido era el derecho.

Se llamaba Inés, y había sido criada de doña Frasquita, de cuya casa salió para casarse con un ex cochero que, tras haber servido a un grande, con la protección de éste y sus propios ahorros, estableció un servicio de carruajes por abono.

Como si le quedasen pocas horas de vida y estuviese a punto de desaparecer de sobre el haz de la tierra, dispuso de todos sus bienes, haciendo donación de las joyas, de los más ricos vestidos y de parte de sus cuantiosos ahorros a favor de Leonor, su fiel camarera.

Mis ahorros se convirtieron en una casita en las afueras, y los vecinos apreciaban a don Nicomedes, un señor simpático empleado en la Audiencia.

Hombres que no habían salido más allá de las afueras de su pueblo entregaron sus ahorros para trabajos titánicos que se realizaban al otro lado del planeta.

Tenía, además, algunos ahorros, que le facilitarían en época no lejana realizar su sueño dorado: regresar á su país natal, para pasar el resto de sus días en una posición relativamente cómoda.

Palabra del Dia

neguéis

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