Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de septiembre de 2025
Llevaba andada más de media alameda y aún no había don Juan logrado que la memoria le aclarase las dudas sugeridas por el espectáculo de aquella mujer. Apretó el paso, adelantose casi rozándole la falda, y a los diez o doce metros se volvió y vino hacia ella, resuelto a mirarla como las águilas miran al sol, cara a cara.
Su dinastía valía casi tanto como la de los reyes, y en más de una ocasión habían salvado a éstos con sus consejos y su energía. Detrás de las águilas venían las aves de corral.
Parecíale que el fiel animal no acababa de volver: se veía ya muerto de hambre en la peña y pensaba horrorizado en que quizá las águilas fueran á arrancarle trozos de carne antes de estar muerto. Y, sin embargo, recordaba lo que, en semejante situación, había hecho un inocente.
Qué amargo fin nos van pronosticando! No ves un esquadron airado y feo De unas aguilas fieras, que pelean Con otras aves en marcial rodeo? Solo su esfuerzo y su rigor emplean En encerrar las aves en un cabo, Y con astucia y arte las rodean. Tal señal vitupero, y no la alabo, Aguilas imperiales vencedoras: Tu verás de Numancia presto el cabo.
Allí falta toda vegetacion, porque los vientos de los Alpes asolan el terreno, y apénas se ven, de distancia en distancia, ya algunas ruinas gigantescas de castillos feudales dominando las mas altas eminencias y como inclinadas sobre los abismos, ya algunas pequeñas poblaciones trepadas á la falda de los cerros como para recibir proteccion de esos castillos, y semejando desde léjos cada una un vasto nido de águilas adherido á los picos de las rocas.
Otra vez, va a retar en su propio nido de águilas a un terrible bandido de las gargantas de Ollionles, el conde Severan, entre sus matones y sus rufianes... ¡Valiente mozo más templado es ese mocito Calendal!
Espantados de sus voces, mendigos y criados oyen en un gran silencio descorrer los cerrojos de la puerta: Se abre rechinando, y sobre el umbral, como una sombra de malas artes, aparece Andreíña. Al mismo tiempo, asoman con bárbara violencia los cuatro segundones en aquel balcón de piedra que remata con el escudo de armas: ¡Águilas y Lobos! Todos hablan en un son. ¡Ya tenéis franca la puerta!
Quiero que me deis algo bueno que almorzar, tengo mucha hambre y no puede esperar mi estómago á la mesa de mi hermano don Felipe; paréceme que esas empanadas que acaban de salir del horno, por lo que huelen, son de águilas; apropiadme una. Montiño puso por sí mismo una hermosa empanada en la escudilla del bufón.
Yo me resigné a seguir su ejemplo, mas no sin despedirme antes con una mirada cariñosa del esplendente panorama de la vega, contemplado entonces por mí desde una altura digna de las águilas. Hecho el descenso de aquella parte del brocal muy fácilmente, no tardamos en subir la ladera del cerro que seguía a la primera hondonada.
Yo conozco a mi hijo; yo sé que es de noble condición, honrado, sí, señor, y pundonoroso como él solo... Yo sé que es incapaz de levantar, eso es, los ojos más arriba de la talla, digámoslo así, que le pertenece; que estima y considera la amistad de usted, ciertamente, por encima, eso es, de toda otra ambición; que no ignora lo que yo me pago y me enorgullezco de ser... de haber sido, el amigo más estimado, eso es, del señor don Alejandro Bermúdez Peleches; mi hijo sabe, finalmente, que es gusano de la tierra, sí, señor, y tiene demasiada inteligencia, y rectitud por demás, para atreverse... con las águilas de las alturas.
Palabra del Dia
Otros Mirando