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Actualizado: 15 de junio de 2025
Y todos, con resignación oriental, sentáronse en el ribazo, y allí aguardaron el amanecer, con la espalda transida de frío, tostados de frente por el brasero que teñía sus rostros con reflejos de sangre, siguiendo con la pasividad del fatalismo el curso del fuego, que iba devorando todos sus esfuerzos y los convertía en pavesas tan deleznables y tenues como sus antiguas ilusiones de paz y trabajo.
266 Pero no aguardaron más y se apiaron en montón; como a perro cimarrón me rodiaron entre tantos; ya me encomendé a los santos, y eché mano a mi facón. 267 Y ya vide el fogonazo de un tiro de garabina, mas quiso la suerte indina de aquel maula, que me errase, y ahi no más lo levantase lo mesmo que una sardina.
El chico de la taberna los sirvió prontamente mirando al mismo tiempo con temor y curiosidad las barbas insólitas y el rostro espantable del paisano. Nadie más que él llevó a los labios el vaso. Aguardaron allí largo rato. Reynoso con los ojos en la mesa y la mano en la mejilla permanecía en una actitud de indiferencia desesperada.
Alcanzaron a escuchar la voz de Laura y Julio que conversaban muy cerca, en el vestíbulo. Ya irán a la pieza de abuelita. Quién sabe... dejemos esto. Es una mala acción. Aguardaron algunos minutos hasta que les oyeron subir llamados por Zoraida. Dejemos esto, suplicó Adriana casi trémula. Entonces he de leerlo sola. Debe ser todo una novela. Lee, Carmen. Empezaron: * "Septiembre 22 de 19...
Y yo, desde lejos, notaba el estremecimiento que aquella mirada clara producía en mi amigo, y le envidiaba. La tertulia se deshizo tarde. Algunos criados entraron a buscar a sus señoras y aguardaron largo rato allá dentro, en la cocina. A las doce y media vino el conde viudo del Padul a recoger a su hija, y ésta fue la señal del desfile.
Todos sabían que aquella noche, era noche de motín; pero creían que sería uno de tantos, y que con las precauciones tomadas por la autoridad militar, no pasaría de ser una manifestación con algunos tiros, dos ó tres heridos y regular número de presos. Aguardaron un momento á ver si se repetían, y, efectivamente, se repitieron con más fuerza. No hay más remedio que bajar á ver quién es.
Palabra del Dia
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