United States or Japan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cada convento o monasterio tenía una ranchería contigua, en que estaban reproduciéndose ochocientos esclavos de la orden, negros, zambos, mulatos y mulatillas de ojos azules, rubias, rozagantes, de piernas bruñidas como el mármol; verdaderas circasianas dotadas de todas las gracias, con más de una dentadura de origen africano, que servía de cebo a las pasiones humanas, todo para mayor honra y provecho del convento a que estas huríes pertenecían.

La raza negra, casi extinguida ya, excepto en Buenos Aires, ha dejado sus zambos y mulatos, habitantes de las ciudades, eslabón que liga al hombre civilizado con el palurdo; raza inclinada a la civilización, dotada de talento y de los más bellos instintos de progreso.

Para imaginarnos el aspecto de nuestra corriente de agua y los servicios para que la utilizaron nuestros antepasados en los tiempos de la barbarie primitiva, nos es preciso atravesar el Océano y desembarcar cerca de las costas del mar de las Antillas, en uno de esos bosques de Honduras, del Yucatán y el Mosquitos, donde los caribes y los zambos cortan la acacia, el cedro y el campeche.

Todo lo cual, mirado con el mas maduro acuerdo, y que esta pretension no se opone en lo mas leve á nuestra sagrada religion católica, sino solo á suprimir tanto desórden, despues de haber tomado por acá aquellas medidas que han sido conducentes para el amparo, proteccion y conservacion de los españoles criollos, de los mestizos, zambos é indios, y su tranquilidad, por ser todos paisanos y compatriotas, como nacidos en nuestras tierras, y de un mismo orígen de los naturales, y haber padecido todos igualmente dichas opresiones y tiranias de los europeos, ha tenido por conveniente hacerles saber á dichos paisanos criollos, que si eligen este dictámen, no se les seguirá perjuicio ni en vidas ni en haciendas; pero si despreciando esta mi advertencia hicieren lo contrario, experimentarán su ruina, convirtiendo mi mansedumbre en saña y furia, reduciendo esta provincia en cenizas; y como decirlo, tengo fuerzas, pesos, y á mi disposicion todas estas provincias comarcanas, en union entre criollos y naturales, fuera de las demas provincias que igualmente están á mis órdenes, y así no estimen en poco esta mi advertencia, que es nacida de mi amor y clemencia, que propende al bien comun de nuestro reino, pues se termina á sacar á todos los paisanos españoles y naturales de la injusta servidumbre que han padecido.

No se alejaba mucho de lo cierto, y hubiera visto seguramente verificados sus designios si, como empezó, hubiese seguido el método de admitir bajo sus banderas á cuantos se les presentaban, providencia eficaz, pero que inutilizaron la feroz condicion de sus comandantes, y la barbarie de unas tropas que no supieron obedecer las muchas y repetidas órdenes que tenia dadas, para que se egecutase de este modo, y para que no se ofendiese ni perjudicase á los españoles criollos, mestizos, cholos y zambos, en sus personas ni bienes.

Entretanto, el buho solitario de la playa vecina respondía con su canto lúgubre al bramido lejano del jaguar errando entre las asperezas de la selva. Las riberas del gran rio. «Puerto-nacional». La aldea de Regidor. Una danza de zambos. La semi-barbarie de la raza africana. Los desiertos. Las huertos de «Margarita». Mompos. La confluencia del Canoa. Calamar.

Pero fue entonces cuando apareció el gremio terrible de los mulatos, zambos y cuarterones, herederos de los malos instintos de las dos razas que representan, y habiendo bebido en las escuelas el barniz de ilustración necesaria para fundar periódicos incendiarios y proclamar en las plazas públicas, delante de un auditorio imbécil y fanático, el exterminio de los antiguos señores.