Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de noviembre de 2025


Desde sus viviendas suntuosas unos hombres de la nada, hijos de labriegos y menestrales, me señalan con el dedo á sus vecinos haciendo escarnio de mi figura y mi pobreza. ¡Qué vamos á hacer! La lucha es imposible, amado primo. Á la aristocracia sucede la plutocracia. Pero ésta pasará también, consolémonos con ello. Sufre, pues, con paciencia que profanen tu hermoso asilo.

La parte alta del pueblo, asaz reducida, tiene la cara que mira al Norte edificada á pico en el borde del abismo, negra, fría, azotada eternamente por el viento, de frente al Grande Océano. Allí sólo se ven míseras viviendas.

Los habitantes de las pobres viviendas que guarnecen por aquellos sitios la carretera, se asomaban a las puertas y ventanas, reflejando en sus rostros más curiosidad que tristeza, y las comadres del barrio se decían de ventana a ventana algunas frases de compasión para el reo, y no pocos insultos para los que íbamos a verle morir.

Voceaba el pregonero, lo mismo las prendas de uso más íntimo y personal, como eran las camisas, calzas, jubones, sombreros y zapatos viejos, como las más preciadas telas, las tapicerías ó «paños de rásguadameciles, encajes, armas, vidrios, esmaltes y cuantos objetos de arte suntuario empleaban nuestros magnates en sus personas ó viviendas, juntamente con los utensilios y más insignificantes trebejos del menaje de una casa, cuya enumeración es bastante para formar juicio exacto de la vida privada y de la pública, de todas las clases sociales.

Con tal signo algunas viviendas acusaban arreglo y limpieza, otras desorden o escasez, y los trozos de estera de alfombra que asomaban por bajo de las puertas también nos decían algo de la especial aposentación de cada interior.

Se denuncian calles, se denuncian viviendas, se denuncian amigos y vecinos... Y toda la actividad bilbaína, todo el tráfago gigantesco de la ría con sus hornos formidables que, durante el día, eclipsan al Sol y que enrojecen el cielo por las noches, no son más que un esfuerzo para convertir este hierro en oro y en billetes.

Nuestros banqueros y contratistas de obras públicas no queriendo, como es natural, pagar tributo a lo prosaico de las construcciones modernas, han solicitado el concurso de las edades más poéticas de la humanidad y de las comarcas más pintorescas para levantar sus viviendas suntuosas.

A los dos lados del camino vieron campamentos y campamentos. Dejaron atrás los parques de municiones; pasaron la tercera línea de tropas; luego la segunda. Miles y miles de hombres se habían instalado en pleno campo, improvisando sus viviendas. Este hormigueo varonil recordaba, con su variedad de uniformes y razas, las grandes invasiones de la Historia.

Aquella noche no se dormía en la ciudad. Hasta las viejas de timoratas costumbres, recluidas siempre en sus viviendas a la hora del rosario, velaban ahora para contemplar, cerca de la madrugada, el paso de las innumerables procesiones. Eran las tres de la mañana y nada indicaba lo avanzado de la hora. La gente comía en cafés y tabernas.

Pero hoy, cuando veis que la mayor parte de la calle está formada por viviendas particulares, no podéis comprender lo que era entonces una vía pública ocupada casi totalmente por los tristes paredones de tres ó cuatro conventos.

Palabra del Dia

aquietaron

Otros Mirando