Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de mayo de 2025
¿Sabes que no noto en ti ningún cambio?... Te encuentro hoy tan ágil y tan fuerte como al salir de la Escuela. ¡Adulador! replica Delaberge, la verdad es que nuestros cabellos comienzan a blanquear y que llevamos cada uno veintiocho años más sobre la cabeza. En el fondo, sin embargo, le han halagado no poco las palabras de su camarada, sobre todo al ver que éste parece mucho más viejo que él.
A caballo y durmiendo veintiocho noches bajo tiendas, atravesaron los viajeros la Palestina, una gran parte de Siria y el Líbano. Después pasaron á Atenas, en donde Schack visitó á los dos nuevos soberanos en el mismo palacio, en donde antes lo recibieron el Rey Otón y su esposa. En Constantinopla también tuvo ocasión, como unos treinta años antes, de visitar la corte de los Osmanes.
Dicen unos que estas ciento veintiocho joyas, diseminadas como estrellas en aquellos pórticos, son obra de Berruguete; otros, que de Pier ó Pierino del Bago..... Ello es que no se conoce á punto fijo el autor, cosa muy frecuente cuando se trata de monumentos españoles.
En Egipto había tenido que huir de las caricias decadentes de una condesa húngara, marchita flor de elegancia, de ojos hundidos y violento perfume, que revelaba bajo tersos y juveniles esmaltes la podredumbre de su carne. Estando en Munich cumplió veintiocho años.
Juzgué que debía tener alrededor de veintiocho años, y me pareció un hombre vulgar, mal educado, de nariz chata y ancha y cabellos amarillos, cuya figura pesada, apoyado como estaba contra el bajo parapeto, era indudablemente la de un agricultor.
A Sheridan lo llamaba su maestro «burro incorregible»; pero a los veintiséis años había escrito su Escuela del Escándalo. Entre los poetas ingleses de la antigüedad hubo muy pocos precoces. Se sabe poco de Chaucer, Shakespeare y Spencer. El mismo Shakespeare llama «primogénito de su invención»al poema Venus y Adonis, que compuso a los veintiocho años.
Vistos desde el tren, parecían habitantes de la Luna contemplados desde la Tierra, ó habitantes de la Tierra contemplados desde la Luna, ó más bien parecían un accesorio fijo y permanente de aquel cuadro, como las figurillas humanas que ponen los pintores en los paisajes. Y á las siete y veintiocho llegamos á Cantalapiedra, famosa hoy por su agua potable, que no bebimos.
Iba á abrir la boca para pedir el telegrama, cuando vió al empleado desaparecer con él en el cuarto donde estaban los aparatos de transmisión. Desistió ante las explicaciones que tendría que dar; suspiró y salió pensando: "¡Sea lo que Dios quiera! Después de todo, puede que Mauricio sea más razonable á los veintiocho años que su tutor á los sesenta."
Difícil es decirlo... Ocupa un puesto de confianza. ¡Ah! tiene un gran corazón... un gran corazón... ¿Ese gran corazón roba todavía un poco de harina de los sacos? pregunta Juan riéndose. Martín se encoge de hombros con disgusto y murmura algo como: «Veintiocho años de servicios» y «hay que cerrar los ojos.»
De aquí el grande embarazo en que se vieron doña Luz y su amante apenas se dijeron que se querían. Doña Luz, sobre todo, no sabía qué hacer. Se sentía avergonzada de lo que había dicho, quería huir de las miradas de aquel hombre, y no se resolvía a huir, temerosa de que su fuga pareciese artificio o ridícula puerilidad impropia de una mujer de veintiocho años.
Palabra del Dia
Otros Mirando