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Y todo se funda bien, en el texto del Deuteronomio Cap. 28. v. 46. Et erunt in te signa, atque prodigia, & in semine tuo usque in sempiternum. Veránse en señales y prodigios de abominación y heredaránlos sus hijos, para siempre. Y es lo cierto, que en Mallorca aún los niños les conocen por la pinta, como dicen, del aspecto. Que todo indica la nativa oposición que les tienen.

Usque ad praesentem diem perfidi coloni, post interfectionem fervorum, & ad extremum filii Dei, excepto planctu, prohibentur ingredi Hierusalem: & ut ruinam sua eis flere liciat Civitatis pretio redimunt: ut qui quondam emerant sanguinem Christi, emant lacrymas suas Cap. I. in Sophon.

A custodia matutina usque ad noctem speret Israel in Domino confirmó don Sabas , sin contar con lo que tengo dicho y no me cansaré de repetir: est Deus in nobis; y por eso no hay que desesperar de nada que sea honrado, conveniente al hombre de bien y conforme a la santa ley de Dios.

Horas después, todavía los ojos, las mejillas, la boca, la posición de cabeza, torso y brazos, eran como signos gráficos de fácil interpretación, en donde se podía leer un traslado de las divinas palabras: Tristis est anima mea usque ad mortem; triste está mi alma hasta la muerte.

Llenas todas las formalidades consiguientes al convenio celebrado, verifícase la traslacion de las reliquias, vasos sagrados, imágenes y demas objetos religiosos al lugar provisional en que debia celebrarse el culto mientras se hacia la nueva iglesia: los Cristianos mas fervorosos acuden á presenciar la remocion de aquellos amados objetos, á regar con lágrimas aquella tierra santificada con despojos de mártires, á dirigir una mirada de tierna despedida á aquel magnífico templo, bajo cuyos dorados artesones habia un tiempo circulado, como trueno de nube fecunda, la voz del santo confesor Osio repitiendo los artículos del Símbolo que su inspirado labio habia dictado en presencia de Constantino en la asombrada Nicea . Despojado por fin el templo, desocupados los claustros de los eclesiásticos y de los niños ofrecidos al servicio del culto , hecha tambien la traslacion de la escuela y biblioteca , reúnense á hora desusada de la noche bajo las silenciosas y desnudas columnatas romanas, sentenciadas á inmediata demolicion, el prelado, los presbíteros con su arcipreste, los diáconos con su arcediano, los subdiáconos y todos los clérigos menores con su primicerio, el instructor de los clérigos, el presidente de la sacristía, el archiscrinario, por último el seminario de los oblatos con el docto y piadoso anciano que los educa y rige, los ostiarios, y todos los seglares consagrados al servicio subalterno de la basílica, con no pocos feligreses devotos; y en solemne y lúgubre cortejo, despues de dichas las preces oportunas, entonando á media voz con sigiloso modo el breve y elocuente salmo Usque quo, Domine, oblivisceris me in finem, tan adecuado á los sentimientos del alma atribulada que recurre á Dios con firme esperanza, en el cual sobresalen las argentinas voces de los descuidados é inocentes niños y algunos mal reprimidos sollozos de los apesarados feligreses, salen del profanado templo por su orden, sin iluminacion ni aparato, y van desfilando magestuosamente á favor de las nocturnas tinieblas hácia una de las parroquias de la Ajarquía, en cuyas angostas y tortuosas calles se pierde en breve la piadosa comitiva.