Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
Es, sin embargo, un hombre excelente, pero para tributar á la muerte el respeto que le es debido, es necesario no ver únicamente la materia bruta que ella disuelve, sino también creer en el principio inmortal que desliga.
Antes de la reforma, la contribución única directa que al natural de aquellas provincias se le exigía por el Estado, que hasta sagrada era para aquel, puesto que su imposición data casi de la época de la conquista, era la conocida por tributo, obligando su pago á todos los comprendidos entre los 18 y 60 años de edad; cumplidos los cuales dábaseles de baja en el padrón tributario, á su instancia, pasando á ser inscritos en el de «reservados por edad.» Y para justificar la aseveración que antes hemos apuntado de ser á los ojos del natural hasta sagrado este impuesto, citaremos el hecho á nosotros ocurrido con frecuencia de negarse muchos sexagenarios á dejar de tributar.
El respeto que se concedía a los hombres políticos y que él mismo se veía obligado a tributar por razón de su cargo le encendía de ira. ¡Un hijo de la nada, un pelagatos pasar por delante de él con la cabeza erguida, dirigiéndole una mirada indiferente o desdeñosa! ¡A él, descendiente directo de los condes soberanos de Castilla!
El 27, saliendo de esta jornada, y siguiendo nuestro rio, el dos de Octubre llegamos al rio que llaman Colorado. Debe este su ser al expresado Cerro de Calilegua, y al tributar este aguas al de Jujuy, forma una grande laguna al lado del poniente.
Admiró a don Cleofás el sitio de su dilatada población, y de la que hacen tantos diversos bajeles en el Guadalquivir, valla de cristal de Sevilla y de Triana , distinguiéndose de más cerca la hermosura de sus edificios, que parece que han muerto vírgines y mártires, porque todos están con palmas en las manos, que son las que se descuellan de sus peregrinos pensiles, entre tantos cidros, naranjos, limones, laureles y cipreses; llegando en breve espacio a Torreblanca, una legua larga desta insigne ciudad, desde donde comienza su Calzada y los caños de Carmona, hermosísima puente de arcos, por donde entra el río Guadaira en Sevilla, cuya hidrópica sed se le bebe todo, sin dejar apenas una gota para tributar al mar, que es solamente el río en todo el mundo que está previligiado deste pecho ; haciendo mayor la belleza desta entrada infinitas granjas, por una parte y por otra, que en cada una se cifra un jardín terrenal, granizando azahares, mosquetas y jazmines reales.
No pasaba una señora ni un niña por la calle sin tributar los más afectuosos saludos a la rueda de contertulianos, sentados cómodamente en sillas colocadas en la calle y presididos por el dueño del establecimiento.
No se cansaban nunca de tributar el homenaje de su agradecimiento á los poetas, que ya les ofrecían las poderosas creaciones de su imaginación, ya deleitaban su espíritu con gratos ensueños, ya los llevaban á las regiones etéreas en alas de su devoción, ya, por último, se solazaban con ellos con chistes y agudezas.
Repetirá en presencia del mundo entero, sin contemporizar jamás, en cada comunicación oficial: ¡Mueran los asquerosos, salvajes, inmundos unitarios!, hasta que el mundo entero se eduque y se habitúe a oír este grito sanguinario, sin escándalo, sin réplica, y ya hemos visto a un magistrado de Chile tributar su homenaje y aquiescencia a este hecho, que, al fin, a nadie interesa.
Azazil, segun la fé musulmana, es un ángel que no habiendo querido tributar homenage á Adam, primero de los Profetas, fué precipitado del cielo al infierno, donde con el nombre de Eblis es el gefe de los demonios. Suponemos, pues, que el ángel del orgullo, el Luzbel de los mahometanos, es quien sugiere á Abde-r-rahman el pensamiento de erigir la gran mezquita. Escribióse este pacto en Córdoba.
Por eso, una crítica justa a pesar de que el señor Cané ha dicho que es la «que más difícilmente se perdona, como los palos que más se sienten son los que caen donde duele» en este caso, puede con leal imparcialidad tributar cumplido elogio al escritor que se ha revelado humorista de buena ley, confirmando su vieja reputación de estilista brillante.
Palabra del Dia
Otros Mirando