Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de junio de 2025


Si ambas partes sienten, ó ambas sienten todo el sonido, ó cada cual una porcion de él; si ambas le sienten por entero, una de ellas está de sobras, pues que no tratamos mas que de explicar la realizacion del fenómeno, que ya se verificaria con una sola. Si cada parte siente, el sonido por entero, sino una porcion de él, tenemos el sonido dividido. ¿Y qué es la division de un sonido?

Es de presumir, que un examen atento de la antigua literatura española, confirmará acaso más tarde esta sospecha. Por lo demás, la cuestión, de que tratamos, no es de gran importancia, pues si las comedias de Lope eran conocidas en Inglaterra en tiempo de Shakespeare, no por eso se debe atribuir al teatro español influencia alguna esencial en el inglés.

La segura posesión de un bien ocasiona un cansancio que hace pronto mirarlo con poco aprecio, y ¿no sucede a veces, que para que vuelva a sernos caro, basta con la amenaza de perderlo? Con frecuencia es suficiente que alguien aprecie lo que nosotros tratamos con desdén, para que, cambiando de improviso de opinión, reconozcamos su valor.

V. el tomo III, pág. 96, en que tratamos de la dramatización de este asunto, hecha por Lope. Séame lícito, con este motivo, indicar un hecho que conozco bien, en el cual no se ocupa ninguno de los comentadores de Shakespeare. Hay una tragedia antigua, italiana, cuya fábula es semejante en todo á la narración de Luigi da Porta, diferenciándose sólo en ser diversos los nombres de los personajes.

Los hermanos Torrella, tan semejantes uno á otro, que apenas se distinguían entre , particularidad muy apreciada por el público cuando desempeñaban ambos los papeles de los dos hermanos en El palacio confuso, de Lope. Eran miembros de la compañía de Roque de Figueroa, de quien tratamos en el tomo anterior. Bartolomé Romero Pérez. Francisco López. Pedro Ascanio. Antonio de Prado.

En su lugar correspondiente tratamos de la cuestión de si se conoció en Inglaterra el drama español en tiempo de Shakespeare.

Vuelto el brigadier, tratamos de bajar á la capilla subterránea, como ya dije; pero se ofrecia una dificultad. El conserje nos manifestó que teniamos que esperar algun tiempo. El brigadier, que á su despejo natural, une la impaciencia del soldado, preguntó al conserje por qué razón teniamos que esperar el tiempo que decía.

Luego, tratamos de buscar algo que cenar; había huevos y chocolate, y aunque un roastbeef habría venido mejor, aquello nos supo a cielo, condimentado con la salsa del Eurotas. Una vez arregladas la señora y la gente menuda, pensamos un momento en nosotros.

Sin algo permanente, sin algo que dure entre la sucesion, ¿cómo se explica semejante enlace? ¿Y por ventura tratamos de hechos desconocidos? ¿por ventura no es esto lo que experimentamos todos los dias al dispertar? Si esto no es concluyente, neguemos la conciencia, neguemos la razon; no perdamos el tiempo hablando de filosofía.

Bueno es que advierta yo aquí, para que mi erudición no te sorprenda, que mi prurito de enseñar ha estimulado mucho mi prurito de estudiar y de saber, desde que en el Retiro de Camoens nos conocimos y tratamos íntimamente. No te maraville, pues, que yo me muestre en algunas ocasiones algo erudita.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando