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Actualizado: 9 de mayo de 2025
14 Estos fueron los hijos de Aholibama, mujer de Esaú, hija de Aná, que fue hijo de Zibeón; ella dio a luz a Esaú a Jeús, Jaalam, y Coré. Los hijos de Elifaz, primogénito de Esaú: el duque Temán, el duque Omar, el duque Zefo, el duque Cenaz, 22 Los hijos de Lotán fueron Hori y Hemán; y Timna fue hermana de Lotán. 23 Y los hijos de Sobal fueron Alván, Manahat, Ebal, Sefo, y Onam.
Habíanse apagado las luces del combés para evitar que algún curioso pudiese ver la ceremonia desde las cubiertas del castillo central. Estaban en la obscuridad, silenciosos, encogidos, lo mismo que si preparasen un crimen. Eran fantasmas negros en torno de un cajón blanco inclinado hacia el mar. No teman más luz que la de las estrellas.
Serénese usted, que ningún mal ha causado más que a sí misma... Ni el inocente ni el culpable tienen nada que temer de mí. Que lo teman todo de Dios... Después de pedir muchas veces perdón y derramar infinitas lágrimas, Obdulia besó otra vez con devoción el anillo del prelado, y se levantó. Sin alzar los ojos del suelo murmuró débilmente: Adiós, señor obispo.
No teman y estenme atentos. Orden traigo de Dios mismo Á boca de reprenderles La poca fe que han tenido. Los que siguen la bandera Del gran alférez de Cristo, ¿La plaza que les entrega Desamparan fugitivos? No há dos días naturales Que puso el contrario el sitio: ¿Cómo desmaya tan presto De vuestra esperanza el brío?
29 toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, o cualquiera que conociere su aflicción y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos a esta Casa, 31 para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.
Todos nos miran con recelo, como á seres peligrosos, porque somos los más inteligentes, los más activos, y resultamos superiores á los demás... Pero ya que no nos aman, que nos teman. Como dice mi amigo Mann, la Kultur es la organización espiritual del mundo, pero no excluye «el salvajismo sangriento» cuando éste resulta necesario.
Quería saber qué era de su sobrina Sagrario y lo que había ocurrido en casa de su hermano. Usted que es tan buena, tía, usted me lo dirá. Todos parece que teman hablar de eso. Hasta mi sobrino el Tato, que es tan parlanchín y despelleja a todos los de las Claverías, calla cuando le pregunto algo. ¿Qué ocurrió, tía...? Se ensombreció el rostro de la vieja.
Dí á los cristianos que fueron á anunciar el Nombre de Dios á los infieles, que su misión agradó mucho á Jesucristo, y que por los trabajos é incomodidades que en ella sufrieron, les tiene prevenido en el cielo un premio incomparable; que no teman nada las saetas, las macanas y la muerte á manos de los gentiles, porque recibirán de Dios gloria y galardón correspondiente; y para que se te dé crédito y fe, verás ahora alguna cosa de la eterna bienaventuranza.
En esto, sucedió acaso que un porquero que andaba recogiendo de unos rastrojos una manada de puercos -que, sin perdón, así se llaman- tocó un cuerno, a cuya señal ellos se recogen, y al instante se le representó a don Quijote lo que deseaba, que era que algún enano hacía señal de su venida; y así, con estraño contento, llegó a la venta y a las damas, las cuales, como vieron venir un hombre de aquella suerte, armado y con lanza y adarga, llenas de miedo, se iban a entrar en la venta; pero don Quijote, coligiendo por su huida su miedo, alzándose la visera de papelón y descubriendo su seco y polvoroso rostro, con gentil talante y voz reposada, les dijo: -No fuyan las vuestras mercedes ni teman desaguisado alguno; ca a la orden de caballería que profeso non toca ni atañe facerle a ninguno, cuanto más a tan altas doncellas como vuestras presencias demuestran.
«No olvidéis que para acabar con el duque de Lerma, y hacer comprender al rey cuán ruinoso y perjudicial es su gobierno, se necesita hacerse partidarios en las ciudades, y ninguno mejor para Sevilla que Juan de Villalpando: allí tiene hacienda, mujer y parientes, le conoce todo el mundo, y es audaz cuanto se necesita para que todos le respeten y le teman.
Palabra del Dia
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