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Actualizado: 3 de junio de 2025
No estaban solos; había con ellos una vieja decrépita, cubierta la cabeza con la blanca toca de las caseras vascongadas, esforzándose por cargar en sus hombros, ayudada de los novicios, un pesado haz de leña que había puesto en el suelo para tomar alientos un instante y descansar.
D.ª Carolina sacudía la cabeza con ira cada vez que su yerno volvía la espalda. Al fin, una mañana en que Carlota estaba fuera de casa, la sagaz señora hizo una seña expresiva a su hija menor, y ésta se apresuró a levantarse y salir del gabinete. Quedaron solos suegra y yerno. Sin alzar la cabeza de la costura D.ª Carolina comenzó a hablar con voz un poco alterada.
7.º Luego toda filosofía que quiere explicar la razon aislándola; que solo considera fenómenos particulares, sin lazo general; que pretende levantar el magnífico edificio de nuestra razon con solos los hechos particulares; que no apela á un fondo comun, á un manantial de luz de donde nazcan todas las luces, es una filosofía falsa, superficial, en lucha con la teoría, en contradiccion con los hechos.
Y aun tenía orden Leonela que comiese primero que Camila, y que de su lado jamás se quitase; mas ella, que en otras cosas de su gusto tenía puesto el pensamiento y había menester aquellas horas y aquel lugar para ocuparle en sus contentos, no cumplía todas veces el mandamiento de su señora; antes, los dejaba solos, como si aquello le hubieran mandado.
La duquesa de Gandía se inclinó profundamente y salió. Apenas se retiró, la reina salió del dormitorio, y cerró la puerta de su recámara, volviendo otra vez junto al rey. Felipe III y Margarita de Austria estaban solos mirándose frente á frente.
Muchas veces nos acontece querer una cosa, y no obstante experimentar gran disgusto en ella: y por el contrario, nos sucede muy á menudo que sentimos un placer en aquello que no queremos. Luego el querer y el no querer, por sí solos, y mientras estamos en esta vida, no implican placer ó disgusto, son independientes de estas afecciones, y pueden estar en oposicion con ellas.
Escribía Manuelillo, en semejanza de lo que estaba en boga entonces, unas letrillas y artículos de costumbres que ya mostraban a un enamorado de la buena lengua; pero a poco se soltó por natural empuje, con vuelos suyos propios, y empezó a enderezar a los gobernantes que no dirigen honradamente a sus pueblos, unas odas tan a lo pindárico, y recibidas con tal favor entre la gente estudiantesca, que en una revuelta que tramaron contra el Gobierno unos patricios que andaban muy solos, pues llevaban consigo la buena doctrina, fue hecho preso don Manuelillo, quien en verdad tenía en la sangre el microbio sedicioso; y bien que tuvieron que empeñarse los amigos pudientes de don Manuel para que en gracia de su edad saliese libre el Pindarito, a quien su padre, riñéndole con los labios, en que le temblaban los bigotes, como los árboles cuando va a caer la lluvia, y aprobándole con el corazón, envió a seguir, en lo que cometió grandísimo error, estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca, más desfavorecida que otras de España, y no muy gloriosa ahora, pero donde tenía la angustiada doña Andrea los buenos parientes que le enviaban las farinetas.
En las horas de opulencia, Barriobero adorna su translúcida persona con un deleite de «dandy». ¡Oh, qué admirables chalecos bordados, dignos descendientes de las pomposas chupas del tiempo viejo, cortesano y galante! Estos chalecos merecen por sí solos un apologista tan atildado y erudito como lo fueron Barbey y Jorge Brummel.
Ellos los dejan salir solos a sus necesidades, los llevan a oír misa, aun a los homicidas, de modo que no se va el que no quiere. Todos los días clásicos y de función se visten de gala con los vestidos que tiene el pueblo para estas funciones.
» Una muy grande repliqué sonriendo a pesar mío. » ¿No te quejabas estos días atrás de que en nuestro viaje sería molesta para nosotros la presencia de mi padre? Al decir eso bien tendrías el propósito de que viajásemos solos los dos día y noche... » Sí; pero contaba con que estuviéramos ya casados para entonces.
Palabra del Dia
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