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Actualizado: 26 de junio de 2025
Un día vendrá; al fin, que lo resuelva; y la Esfinge Argentina, mitad mujer por lo cobarde, mitad tigre por lo sanguinario, morirá a sus plantas, dando a la Tebas del Plata el rango elevado que le toca entre las naciones del Nuevo Mundo.
Entonces, Ramiro, cubriéndose con su rodela, y ebrio de sanguinario furor, comenzó a repartir estocadas en el tumulto, sintiendo, a cada golpe, el crujido de las ropas y la blandura de los cuerpos que recibían la punta como pellejos de vino. Nadie gritaba. Era una escena muda. Los que caían se quejaban apenas con el aliento.
Este sanguinario animal, que vive á costa de sus congéneres, es abundantísimo en los mares del Archipiélago. Los indios lo comen cuando es pequeño, y si es de gran tamaño aprovechan las aletas y cola que son objeto de comercio para exportarlo á China, donde sacan de ellas una gelatina muy apreciada como alimento. Tintorera. También abunda mucho; sacan de ella los mismos beneficios que del tiburón.
En aquel tiempo, después de haber los hombres de la Convención repartido a su capricho las provincias de Francia, ejercían sobre ellas un poder sanguinario y absoluto, en nombre del orden público. La vida de las familias dependía casi siempre de una palabra o de una firma de los representantes del pueblo.
Reiteraba, cada vez que un embajador iba a verla, su horrible y sanguinario juramento. Como es natural, al hermoso mancebo no le llegaba la camisa al cuerpo. Que se ponga cada cual en su caso. Hubiera dado el coche y los caballos por poseer otros dos ojos en el cogote.
Son de color claro, altos y robustos, distinguiéndose por el pelo, que se lo dejan crecer lo mismo que sus mujeres. Poco aficionado á la civilización, el Mandaya hace siempre vida errante, aunque les gusta el trato comercial con los cristianos. Bagobos-Guiangas. Tribu la más feroz de Mindanao, y por su carácter cruel y sanguinario aseguran algunos escritores que son antropófagos.
Repetirá en presencia del mundo entero, sin contemporizar jamás, en cada comunicación oficial: ¡Mueran los asquerosos, salvajes, inmundos unitarios!, hasta que el mundo entero se eduque y se habitúe a oír este grito sanguinario, sin escándalo, sin réplica, y ya hemos visto a un magistrado de Chile tributar su homenaje y aquiescencia a este hecho, que, al fin, a nadie interesa.
Estamos presenciando á cada paso que los partidarios de lo que se llama una notabilidad, la ensalzan con destemplados elogios; miéntras sus adversarios le regalan á manos llenas los dictados de ignorante, estúpido, inhumano, sanguinario, tigre, traidor, monstruo, y otras lindezas por este estilo.
Y sin embargo de todo esto, Facundo no es cruel, no es sanguinario; es el bárbaro, no más, que no sabe contener sus pasiones, y que, una vez irritadas, no conocen freno ni medida; es el terrorista que a la entrada a una ciudad fusila a uno y azota a otro, pero con economía, muchas veces con discernimiento; el fusilado es un ciego, un paralítico o un sacristán; cuando más el infeliz azotado es un ciudadano ilustre, un joven de las primeras familias.
Cada grupo de varias familias elige su jefe, que siempre es el más ladrón y sanguinario, al que dan el nombre de Bagani.
Palabra del Dia
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