Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de junio de 2025
Y ¡qué escenas localiza en aquel sitio la imaginación! ¡Qué fondo aquel para un lienzo que representase el célebre motín en favor de los Comuneros, ó las sangrientas riñas á que dió ocasión D.ª María la Brava, ó una de aquellas temerarias revueltas contra los Franceses, coronadas luego de gloria por la batalla de Arapiles!
Y con el valor del que está en su casa, amenazaban y despedían á unos, dejaban entrar á otros, concediéndoles su protección según les habían tratado en las sangrientas y accidentadas peregrinaciones por el camino de la escuela.... ¡Pillos! Hasta los había que se empeñaban en entrar después de haber sido de la riña en la que el pobre Pascualet cayó en la acequia, pillando su enfermedad mortal.
No encontrarás eco ni en la ola que pasa ni en el corazon de tus proscritos: sufrirás hoy mas que ayer; sufrirás mas que hoy mañana. Has sido víctima de cuantos pueblos cayeron sobre tí: lo serás en adelante, de las sangrientas parcialidades que nacerán entre cristianos. No está cerrada aun la página de tus infortunios, desdichada Córdoba.
Pero todos eran germanos, y ello bastaba para que el capitán recordase inmediatamente á su hijo, imaginando sangrientas venganzas. Deseó á veces tener en su brazo las fuerzas ciegas de la Naturaleza para borrar de un solo golpe á estos enemigos.
Las palabras de «madre falsa, ladrona de herencias» llegaron a sus oídos y la hicieron estremecer. Sus enemigos estaban hablando del secreto cuyo conocimiento ella perseguía al precio de las más sangrientas humillaciones y los más crueles sufrimientos. Impresionada hasta el punto de que casi le faltaban las fuerzas, apoyó la mano en la pared y se deslizó hasta la puerta.
Aquí los tenéis cayendo del cielo como los buitres. ¡A mí, los hombres rojos, a mi! ¡Acabemos con esta raza de perros! ¡Ah, ah! ¿Eres tú, Minau; eres tú, Rochart?... Y nombraba a los muertos del Donon con sangrientas burlas, desafiándolos como si estuviesen presentes; después retrocedía paso a paso, golpeando en el aire, lanzando imprecaciones, llamando a los suyos, forcejeando como en una refriega.
No podía sosegar; tenía ahora más miedo que en los primeros años de casamiento, cuando las corridas eran para ella como pedazos de existencia que le arrancaban la inquietud y la temerosa espera. Le decía el corazón, con ese instinto femenil pocas veces erróneo en sus temores, que iba a ocurrir algo grave. Apenas dormía; pensaba con miedo en las horas de la noche cortadas por sangrientas visiones.
Y los de Blefuscú se prepararon á su vez para una tercera guerra.... Al mismo tiempo había luchas sangrientas entre los demás países poblados por gentes de nuestra especie. Ninguna nación podía conformarse con sus límites actuales. A la adoración de los antiguos dioses había sucedido la idolatría de unos trapos de colores llamados banderas.
Cuando las noticias venían de Bayona, eran objeto de sistemático desprecio, y las disposiciones del palacio de Marras, así como la convocatoria de irrisorias Cortes en la ciudad del Adour, y el pleito homenaje por algunos grandes tributado a Bonaparte, daban pábulo a sátiras sangrientas.
-Muy bien dice vuestra merced -respondió Sancho-, porque, según opinión de discretos, la culpa del asno no se ha de echar a la albarda; y, pues deste suceso vuestra merced tiene la culpa, castíguese a sí mesmo, y no revienten sus iras por las ya rotas y sangrientas armas, ni por las mansedumbres de Rocinante, ni por la blandura de mis pies, queriendo que caminen más de lo justo.
Palabra del Dia
Otros Mirando