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Actualizado: 16 de junio de 2025
Al pié se desarrolla la ciudad como un jardin de los mas variados contornos y colores; despues se extiende el vasto lago, tranquilo y murmurante, lleno de luz y poesía y surcado por numerosos vapores, buques de vela y barcas y faluchos de remos, y limitado en su márgen meridional por la barrera abrupta, rocallosa y severa por su sombría vegetacion, que forman las montañas de Saboya ó de la antigua provincia de Chablais.
A la caida de Napoleon, por una acta del congreso de Viena , recobró la Suiza las cesiones hechas á la Francia, á excepción de Mulhouse; adquirió parte del territorio de Gex y de la Saboya, con lo cual quedó mas completo el nuevo canton de Ginebra. Desde entónces formó una confederacion de veinte y dos cantones que hoy por ventura existe, libre y próspera.
Al cabo la oscuridad fué completa, y despues de cortar la cadena de bajas montañas que liga al Jura con los Alpes de la baja Saboya, nos hallamos en el angosto valle del Ródano central que debíamos orillar hasta Ginebra.
Sr. Emmanuel Filiberto, Duque de Saboya, por Diego del Castillo. Colección de libros españoles raros ó curiosos.
Al lado de la cascada, entre ella y el grueso torrente del Dard, reside durante el verano una pobre paisana, en una humilde choza situada como un mirador sobre el alto peñascal, Su oficio es vender á los excursionistas algunos ligeros comestibles y refrescos y esa multitud de pequeñas curiosidades artísticas, vegetales y minerales que aparecen reunidas en modestos museos en todos los sitios concurridos de Saboya y Suiza.
No había podido descubrir la menor huella de mi amor desaparecido, ni conseguir ningún otro dato de monsignore, el sacerdote de blancos cabellos. Parece que éste había abandonado el Saboya a la tarde siguiente, retornando, no hay duda, al Continente, pero ignorábamos si había tenido o no éxito en su misión.
Empecé a reflexionar qué pensaría de mí la gente del hotel cuando vieran la clase de visitante que recibía, porque el Saboya es uno de los más elegantes de Florencia; pero pronto se disiparon mis recelos, porque al salir, oí exclamar, en italiano, al portero del hall: ¡Hola, Babbo! ¿Algún nuevo remiendo?
Luego, al ser rey Amadeo de Saboya, este monarca revolucionario, execrado y abandonado por la nobleza tradicional, había tenido que acudir a nuevos hombres históricos para formar su corte. El butifarra, por una exigencia del partido, fue alto funcionario de Palacio.
Habiendo recibido muy bien a los emigrados franceses en su casa de Londres, acogió muy particularmente a una gran dama emigrada de Saboya, conocida por la señora marquesa de la Pierre, a quien tuve el honor de conocer en casa del gobernador de Saboya con motivo del casamiento de Cesarina. Es una persona que ha debido ser de una belleza extraordinaria.
Cuenta ese escrito cómo recibió la Infanta, en su galera la Real, surta en la bahía de Villafranca, una visita del duque de Saboya, añadiendo luego: «Aviendo entendido Su Alteza que el Duque gustaria de una Comedia, mandó á una compañía de Representantes, que yva embarcada en esta Esquadra para Nápoles, representase: hízose la Comedia, que fué de mucho gusto y con mucho lucimiento, muy bien dispuesta la galera con muchas luces y muy buena orden.»
Palabra del Dia
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