Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de julio de 2025
Aténgome, pues, al texto de los Apuntes, confirmación exactísima de los rumores de la fama, y aun eso sólo he de darlo en extracto para llegar cuanto antes a la narración de otros sucesos harto más dignos de la atención de los lectores. Se cansó muy pronto de las fiestas caras y ruidosas que daba en su casa.
Este suceso tuvo gran resonancia en la corte, que ya se había ocupado muchas veces de las ruidosas aventuras del príncipe. Sus duelos, sus amores, sus escandalosas fiestas, irritaban al joven emperador, empeñado en moralizar las costumbres de sus allegados. En las reuniones aristocráticas volvieron á recordarse las extravagancias de la casi olvidada Nadina Lubimoff.
Esto le llevó naturalmente a hablar de la herencia. Ya había cogido su parte, y con un pico que recibió en metálico había redimido las prendas empeñadas. Ya era propietario de inmuebles, y más valía esto que el dinero contante. Y a propósito de la herencia, también le contó que entre su hermano mayor y doña Lupe habían surgido ruidosas desavenencias.
Volvía a tirarle el señorío, según decía, y alardeaba impúdicamente de sus nuevas relaciones, viviendo en casa de Dupont y entregándose los dos a fiestas ruidosas. Les parecía su amor desabrido y monótono, si no lo sazonaban con embriagueces y escándalos que alterasen la hipócrita calma de la ciudad. Se han juntado dos locos continuó Fermín.
En el pueblo sólo había mujeres, mujeres por todas partes: sentadas ante las puertas, haciendo encaje con un colchoncillo cilíndrico sobre las rodillas, á lo largo del cual tejían los bolillos la tira de primorosos calados; agrupadas en las esquinas, frente al mar solitario donde estaban sus hombres, hablando con una nerviosidad eléctrica que estallaba de pronto en ruidosas tempestades.
¡Es un caso de gran pasión! gritó uno de los compañeros de Castilla. Si no vas te tomará por un marica. Y nosotros también. Otro hizo un chiste que provocó carcajadas ruidosas, y como Muñoz no respondiera, comenzaron a dar fuertes golpes en la puerta.
Todo se comenta en el café: los misterios de la Corte, la conducta del Gobierno y de las Cámaras, las manifestaciones de la prensa, las causas y sentencias ruidosas, los grandes escándalos, los sucesos internacionales y los triunfos gloriosos del literato y del torero, del orador y de la cantatriz.
No digo por eso, que todo se haya de demostrar en lo Moral, porque los adherentes que se mezclan con los asuntos principales, nuestra flaqueza, ignorancia, y descuidos hacen, que no siempre podamos llegar á ver con toda evidencia la conformidad de nuestras resoluciones con las verdades fundamentales; pero estoy cierto, que si se estudian los verdaderos principios del Moral, y se trabaja en hacer la debida aplicacion de ellos al exercicio de nuestras operaciones, se procederá con mas acierto en materia de costumbres, y se podrán quitar de este estudio un copiosísimo número de opiniones ruidosas.
Este linaje de espectadores, así á causa del tumulto que promovían, como por sus ruidosas demostraciones en pro ó en contra de comedias y actores, se denominaban mosqueteros, sin duda, porque su alboroto se asemejaba á descargas de mosquetes.
Aquella noche se habló, se cantó y se bailó poco en la tertulia de Elorza. La virtud, severa por naturaleza, no gusta de manifestaciones ruidosas. Muchachos y muchachas expresaban la íntima y pura satisfacción que aquel sacrificio les había inspirado con una inefable serenidad que los tenía mudos y quietos la mayor parte del tiempo, cual si meditasen profundamente sobre algún texto del Evangelio.
Palabra del Dia
Otros Mirando