Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de junio de 2025
«¡No sea usted malo! ¡No sea usted tan material!» responde ella, turbándose como una niña aturdida que sospecha haber sido indiscreta, y clava en el mancebo los ojos risueños, arrugaditos, que Visitación cree que echan chispas. El catalán finge que se deja seducir por aquellos ojos y en cada vara rebaja un perro chico. Visitación triunfa.
Esto lo demostró como dos y dos son cuatro. Segundo: que aun en el caso de ser ciertos los risueños cálculos del presidente, la fe de un pueblo católico, las santas tradiciones, las exigencias del culto divino, el respeto al derecho de los demás y a la ley común, exigían que no se procediese tan de ligero en un asunto tan grave, siquiera porque no se dijese por algún malicioso que se obedecía a un resabio de partido más bien que al rigor de una apremiante necesidad.
Don Acisclo solía echar cálculos alegres, y este mismo descuido de su futuro diputado, que para cualquiera otro hubiera sido un mal, se mostraba a veces con colores risueños y brillantes a los ojos de su esperanza ambiciosa.
No sabía Carmen si quería a Fernando; no sabía tampoco si le olvidaba; sólo supo que la vida la llamaba a gritos desde los campos y desde los bosques, desde las huertas y desde los nidos, desde el cielo irisado en amaneceres risueños y desde los espinos en flor.
Delante de nosotros teníamos hermoso panorama, dilatada dehesa, verdes gramales, risueños collados, arboledas seculares cubiertas por floridas enredaderas, viejos troncos poblados de orquídeas y de mil plantas trepadoras.
El sereno, que se había acercado al escuchar los primeros ajos, las condujo en aquella disposición a la cárcel municipal, en compañía de su digno jefe, mientras los vecinos, entre risueños y compasivos, contemplaban la escena por detrás de los cristales de sus ventanas.
»Me juró que volvería antes de un mes... ¡Cuando, al fin, se alejó, lo difícil para mí fue el ocupar mis días, crearme ocupaciones y una nueva existencia; en una palabra, vivir sin él! Aquellos lugares, tan agradables y risueños cuando él los habitaba, no cesaban de recordarme su ausencia, y mi corazón se oprimía a la vista de tantos recuerdos.
Allí se sirvió el almuerzo, encontrándonos envueltos en los frescos efluvios, pudiendo jurar á mis lectores, que pocos recuerdo como aquel. El Burdeos y el Champagne concluyeron de disipar las últimas nubes de emoción, sustituyéndolas por risueños horizontes de color de rosa.
¡Frasquito, hijo! ¿para qué quieres esas manos? Hace siete cuartos de hora que no has sonao las parmas dijo el señor Rafael á su sobrino, haciendo antes un guiño expresivo á la reunión. ¿Cómo siete cuartos de hora? exclamó éste sofocado. ¡Si he pagado la convidada anterior! ¡La anterior!... ¡Y tan anterior! replicó el viejo mirándole con ojos risueños y provocativos.
Mira, Carmen, ya conocerás en mi semblante que me pasa algo grave. Te he querido y te quiero muchísimo, porque eres una niña buena y hermosa, y porque sé el cariño que me profesas. El afecto que me inspiras es dulce y profundo, y tiene algo del amor fraternal. Todos los días risueños de mi existencia van unidos indisolublemente á tu imagen bella.
Palabra del Dia
Otros Mirando