Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
Finalmente la exôrbitancia del cuello y puños era tal, que en el cuello se escondia y sepultaba el rostro, y en los puños los brazos. Digo pues que el tal mancebo se llegó á mí, y con voz grave y reposada me dixo: es por ventura vm. el señor Miguel de Cervantes Saavedra, el que ha pocos dias que vino del Parnaso?
Pero pacífica, honesta, reposada, sin palabras libres, ni ademanes audaces, que asustasen a las espectadoras, muchachas que habían oído hablar en sus pueblos del terrible don Luis, y al verle de cerca perdían sus prevenciones, reconociendo que no era tan malo como su fama.
Pero una vez resuelto a alejarse se había quedado, aplazando la partida para saborear la perfumada dulzura de la última contemplación, y, por fin, un día, pudo hablarla. Ya podía oír su voz, una voz reposada, que era armonía lenta, música velada, eco de una alma profunda. ¡Qué sutil virtud había en sus palabras!
Acabada la lectura, se quitó el ermitaño los espejuelos, y dijo con voz reposada: No es justo, ni conveniente, ni posible ¡oh Princesa Venturosa! que sepas todo lo que en esta abominable carta se encierra. No es justo ni conveniente, porque hay en ella tremebundos y endemoniados misterios.
Aunque deseaba salir del corral recorrer el mundo, puedes creer que lo que á mí me gusta es la vida tranquila y reposada. Por un instante pensé que la felicidad es volar de aquí para allí, viendo cosas distintas cada minuto, y recibiendo impresiones diferentes.
Todo cuanto en el mundo puede decirse de verdad y de justa observación lo había dicho el grave abogado de provincia, que a través de treinta años de viudez se le aparecía ahora cada vez más grande, como la personificación de la sabiduría reposada y el buen sentido ecuánime.
Llegaba a su casa todas las noches entre una y dos de la madrugada, fatigado, triste, pensativo; soltaba la capa; ponía los codos sobre la mesa del comedor, las quijadas entre las palmas de las manos, y así se quedaba media hora o más en reposada meditación. Llevaba adelante su obra con tanto esmero y paciencia, que en el café oía más de un elogio por la perfección e igualdad de ella.
Es un verdadero palacio. Tiene efectivamente ese aspecto grave y majestuoso, esa gallardía reposada, casi circunspecta, de aquel género de arquitectura. Su historia, considerado como edificio, esto es, su historia de piedra, es muy breve. Considerado como una institucion social, como juego público, aquella historia es algo más larga y más difícil.
-No siento ninguno, señora -respondió don Quijote-, porque osaré jurar a Vuestra Excelencia que en mi vida he subido sobre bestia más reposada ni de mejor paso que Clavileño; y no sé yo qué le pudo mover a Malambruno para deshacerse de tan ligera y tan gentil cabalgadura, y abrasarla así, sin más ni más.
Cualquier periodiquillo, el más atrasado de noticias, contenía un suelto que, hábilmente leído, despertaba temores y esperanzas en el taller. Amparo empezaba por hacer señas al concurso para que estuviese prevenido a importantes revelaciones. Después comenzaba, con reposada voz: «Atravesamos momentos solemnes. De un día a otro deben cambiar de rumbo los acontecimientos...» Lo que yo digo.
Palabra del Dia
Otros Mirando