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Actualizado: 1 de mayo de 2025
Después del sol, que lo renueva todo con sus rayos, el aire, que con sus vientos y la mezcla incesante de gases puede llamarse «hálito del planeta», el agua del arroyo es el principal agente de renovación.
Entonces se despojan de sus filamentos exteriores, se sumergen unos cuantos segundos en agua hirviendo y luego se sacan un momento, para ser sumergidas otra vez un instante. Después de esto se sacan y sacuden fuertemente, se cuelgan a la sombra para que se sequen y al cabo de uno o dos días se ponen al sol para que sus ardientes rayos las blanquee.
La gente, lanzando gritos de guerra y exterminio, le iba estrechando por ambas partes de la calle. La situación del perro forastero era verdaderamente angustiosa, las piedras llovían sobre él dando muchas veces en el blanco, y el enorme sable del cuadrillero Cachucha centelleaba herido por los rayos del sol, amenazándole de muerte.
Don Miguel Lucas, condestable de Castilla, defendió en Jaen á los desdichados hebreos con todas sus fuerzas, i desbarató las turbas amotinadas, del mismo modo que el Sol rompe i deshace las nieblas que le estorban derramar sus rayos sobre la tierra.
Los negros nubarrones huyen rápidos y caen los rayos del sol sobre los campos, haciendo humear las mojadas praderas y brillar como diamantes las gotas de lluvia en los manzanos en flor.
Pero nunca este cuadro tiene un encanto más inexpresable que a la hora en que el cielo, adornado de los colores del alba, sonríe a la proximidad del día, cuando una niebla húmeda y blanquecina flota sobre el valle y cuando los primeros rayos del sol comienzan a dorar los plomos del campanario.
Vista de fuera, Honda parece una ciudad oriental ó morisca, ya par su caprichosa situacion y sus edificios de pesada manipostería, ya por el contraste de los colores, los techos, los blancos ó negros muros, las formas extravagantes y los balcones y azoteas, ya en fin por los penachos de los altos cocoteros, meciéndose blandamente como para abrigar con su sombra la ciudad, protegiéndola contra los rayos de un sol abrasador, que brilla en la mitad de un cielo eternamente azul y trasparente.
Comparando, en lo que se refiere á la oblicuidad de los rayos solares, dos días cualesquiera tomados en diferentes épocas del año, se ve que la cantidad de calor recibida en un punto dado, en cada uno de estos días, depende de la altura que alcanza el Sol á al hora de las doce.
Excitado de esta suerte, no sé cómo juego al tresillo, ni hablo, ni discurro con juicio, porque estoy todo en ella. Cada vez que se encuentran nuestras miradas, se lanzan en ellas nuestras almas, y en los rayos que se cruzan, se me figura que se unen y compenetran.
La gente rica estaba a la sombra; el pueblo lucía a los rayos del sol el variado colorido del traje andaluz. En los grandes teatros donde brillan la Grisi, Lablache, la Rachel y Macready, la sala no se llena sino cuando le toca salir al artista favorito; pero la función bárbara que se ejecuta en este inmenso circo, no ha pasado jamás por semejante humillación.
Palabra del Dia
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