Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de mayo de 2025


La vanidad hacía a Ramoncito no sólo torpe, porque es regla bien sabida que cuando se galantea a una mujer no debe alabarse con demasiado calor a otra, sino un tantico atrevido dirigiéndose a niñas. Estas se miraban sonrientes, brillándoles los ojos con fuego malicioso y burlón que el joven concejal no observaba. Y diga usted Ramón, ¿no se ha declarado usted a ella? le preguntó Pacita.

La tertulia, no obstante, se regocijó con su entrada. Una sonrisa feliz se esparció por todos los rostros, menos el de Ramoncito. Oiga usted, Calderón entró diciendo, sin saludar . ¿Cómo se arregla usted para tener siempre criados tan guapos?... A uno de ellos, el de la entrada, con la poca luz que había y la voz de mezzo-soprano que me gasta, le he confundido con una muchacha.

¡Ya lo creo, como que sólo eres el inteligente! exclamó vivamente el concejal . Mira, Cobo, aquí el general puede hablar porque tiene motivo, ¿estamos?... pero debes callarte porque me gastas una oreja como la de una cocinera. Pero hombre, ¿por qué se picará tanto Ramoncito, en cuanto usted le dice algo? preguntó el general riendo.

El concejal, mientras tanto, explicaba con la fluidez que le caracterizaba, a Mariana y D.ª Esperanza, de qué modo había descubierto un fraude de consideración en los derechos de consumos. Trescientos cincuenta jamones se habían introducido, hacía pocos días, de matute con la anuencia de algunos empleados del municipio. Ramoncito pensaba llevar a estos empleados a la barra en brevísimo plazo.

Ramoncito se había puesto rojo de ira al oir tratar con tal desprecio a su adorada, sin tener presente que un momento antes había hecho él lo mismo. Y hubiera arremetido a la Amparo con alguna insolencia gorda, si ésta no se hubiese alejado sin fijarse poco ni mucho en la desazón que causaba.

El general, lisonjeado por aquella oportuna dedada de miel, manifestó dirigiéndose a Maldonado en tono paternal: No, Ramoncito, no: está usted en un error. Jamás se ha dicho en España azorar. El concejal dió un brinco en la silla.

Ramoncito se creía sinceramente enamorado de Esperancita, y acaso tuviera razón para ello, pues la apetecía, pensaba en ella a todas horas, buscaba con afán los medios de agradarla y aborrecía de muerte a sus rivales. Por mas que se esforzaba en seguir los consejos del admirado Pepe Castro, procurando ocultar su inclinación o al menos la vehemencia con que la sentía, no lo lograba.

Pepe Castro se peinaba echando el pelo hacia adelante, para ocultar cierta prematura calva. Ramoncito, que tenía un pelo hermoso se peinaba también hacia adelante. Hasta la calva hubiera imitado con gusto por parecerle más chic. Pues bien, a pesar de tan devota imitación no había podido obedecerle en lo tocante a sus incipientes amores.

Aquí está Ramoncito dijo Esperanza volviendo los ojos a la puerta. ¡Ah! Ramoncito Maldonado.

Dado su temperamento, no se hubieran pasado muchos minutos en echar a rodar todos los miramientos y largarse bruscamente. Alas al oir el nombre de Pepe Castro levantó la cabeza vivamente y se puso a escuchar con ávida atención. La reticencia de Ramoncito la puso súbito pálida.

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando