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Actualizado: 15 de junio de 2025


Estaba desatando los lazos de las trenzas... Quería ver otra vez tus cabellos sueltos. No hay espectáculo que me cause más placer. ¡Si es capricho, yo las desataré!... Aguarda dijo la niña, que estaba orgullosa, y con razón, de su pelo. ¡Oh, qué hermosura! ¡Esto es un prodigio de la naturaleza! exclamó Gonzalo, introduciendo en él sus dedos.

Estudiado Paris en otras tendencias, apenas se concibe, ó se concibe como concebimos un prodigio, la existencia de ese escrupuloso nivel entre la conducta social del que obedece, y la voluntad del que manda. Este nivel es evidente, y sólo la ignorancia, la preocupacion ó el odio pueden desconocerlo.

San Vicente de Paul, con su elegante y airoso pórtico de columnas, sus dos torres, y su cuerpo principal tan gallardo, llama tambien la atencion del que busca el arte y el gusto monumental: el interior es severo y religioso. La Santa Capilla, tocando con el Palacio de Justicia, es un prodigio de arte: de formas airosas y orientales, de pureza de líneas, de severidad arquitectural.

En efecto, la nobleza iba en romería a ver el prodigio, a ver engordar a la niña. El elemento masculino notó mucho antes que el femenino la extraordinaria belleza de Anita. Pocos meses después de la fiebre, Ana había crecido milagrosamente, sus formas habían tomado una amplitud armónica que tenía orgullosa a la nobleza vetustense.

Yo repongo: ¿quién sabe las fuerzas de la naturaleza para conocer que el prodigio no sale de la esfera de ellas? Tanto ignoran los Sectarios hasta donde llegan las fuerzas naturales, como nosotros. A nuestro favor hay los testimonios mas auténticos, á quienes no se puede de negar la fe sin faltar al rubor. No somos fáciles como el vulgo en tener qualquiera novedad por milagro.

Mientras Juan ayudaba a los viajeros a acomodarse en el vagón, éstos le demostraron, al darle el adiós, un extraordinario cariño, lleno de emoción; guardaba como un tesoro la visión de la radiante sonrisa de María Teresa, y la durable presión de su mano. Pero ¿era esto sorprendente? ¡Bah! los Aubry eran bastante inteligentes para comprender el prodigio que acababa de hacer por ellos.

La verdad es que él, de muchacho, dio menos que hablar que en el Seminario, y no era un prodigio de sabiduría.... Pero viste mundo, le tomaste el gusto a esos países donde dicen que hay unas señoronas muy guapas, con cada sombrero como un quitasol. estás hecho ahora un mamarracho de feo, pero antes eras guapo; te lo digo yo, que soy tu tía, y ¡claro!, así has vuelto de enfermo y desmirriao.

Va una dama con gran fuero, Y gran pompa y grande brillo, Siguiéndola un carnerillo Que es animal muy casero. Con su manojo de parras Iba el animal ufano, Cuando llega un Don Fulano Que es amigote de marras, ¿Y su esposo? dice luego. Detrás viene, dice ella ... ¡Oh prodigio de la estrella! Detrás marchaba un borrego. A lo léjos, muy á lo léjos, apareció una víctima. Era el marido. A última hora.

Pero si no comprendía las palabras incoherentes que la preocupación arrancaba á su tía, veía, sin embargo, que eran de violencia y de odio. ¡Odio, rencor! ¡Cómo su bienhechora, que era para ella el ideal de la generosidad y de la bondad, podía abrigar semejantes sentimientos! ¿Y por qué prodigio aquel joven desconocido los despertaba en su corazón?

Encuentro tan natural como el de Pepita se trastrocaba en mi mente en algo de prodigio.

Palabra del Dia

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