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En los siglos XV y XVI se le honró, y muchos médicos disertaron larga y vivamente en pró y en contra de su uso. Fué condenado por un decreto de la facultad de Paris del 3 de agosto de 1566 y prohibido por un acuerdo del parlamento. Cincuenta años despues, la facultad escluia de su seno á uno de sus miembros, á Mr.

Se decía también que entre los promovedores de esta idea, era el Gobernador uno de los más activos. Parecerá singular, y hasta ridículo, que un asunto de esta naturaleza haya sido cuestión públicamente discutida, en la que tomaron parte en pro y en contra varias personas eminentes del gobierno.

Y hubiera podido pasarse un balance de pro y de contra, de cargo y de data, de debe y de haber, para saber cuál era su saldo, si no hubiera él comprendido la triste tarea que se impusiera y decretado que ella reclamaba su propio sacrificio.

Ni mi escasa anglomanía, ni mi poco fervor romántico, ni mis inveteradas preocupaciones en pro de la medida, orden, reposo y arreglo de los poetas griegos y latinos, ni mi amor a mi propia casta y nación y a los grandes ingenios que ha producido, entre los cuales Cervantes, y Lope, y tal vez.

No es de extrañar, por tanto, que llegado el día del capítulo fuese manifestando el P. Prior todos los puntos que habían de tratarse, dejando deliberadamente para lo último la reforma vinífera que pensaba plantear pro salutem etiamque mores, quiero decir, en beneficio de la salud y aun de la moral de los asociados.

-Contra cuerdos y contra locos está obligado cualquier caballero andante a volver por la honra de las mujeres, cualesquiera que sean, cuanto más por las reinas de tan alta guisa y pro como fue la reina Madásima, a quien yo tengo particular afición por sus buenas partes; porque, fuera de haber sido fermosa, además fue muy prudente y muy sufrida en sus calamidades, que las tuvo muchas; y los consejos y compañía del maestro Elisabat le fue y le fueron de mucho provecho y alivio para poder llevar sus trabajos con prudencia y paciencia.

Como no se afirma que algo sea, ó que no sea, nada se podrá inferir en pro ni en contra de ninguna existencia; lo que se ofrece al espíritu es una relacion condicional, que si algo existe repugna que no exista á un mismo tiempo y vice-versa; pero si no se pone la condicion de la existencia, ó no existencia, el el son indiferentes en el órden real, nada se sabe con respecto á ellos por grande que sea la evidencia en el órden ideal.

Ora pro nobis exclamaron a la vez Petra y Francisca que se reían con toda su alma. No, no dijo Francisca dando un salto; no queremos formar parte de la corporación. Y tienen ustedes razón, hijas mías respondió la abuela siempre llena de indulgencia por las jóvenes deseosas de casarse. Recen ustedes a San José y será mucho mejor...

-Eso creo yo muy bien -respondió Sancho-, porque es ella una bienaventurada, y, a no ser celosa, no la trocara yo por la giganta Andandona, que, según mi señor, fue una mujer muy cabal y muy de pro; y es mi Teresa de aquellas que no se dejan mal pasar, aunque sea a costa de sus herederos. -Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote-, que el que lee mucho y anda mucho, vee mucho y sabe mucho.

No habría nada que decir por ese movimiento general en pro de la moralidad social, si tal actitud de la opinión pública no tomara el sesgo equivocado y tendencioso que le quieren dar ciertos elementos, que, de todo tiempo, han sido una rémora para la instrucción del pueblo filipino.